Esta semana no se habla de otra cosa (bueno, de esto y de la entrevista de Bertín a Iker). Alejandro Sanz actuó de manera ejemplar cuando, en pleno concierto en México, vio cómo un hombre maltrataba a una mujer. Entonces bajó del escenario y diciendo “eso no se hace” plantó cara al agresor y recriminó su comportamiento. Además, el maltratador fue expulsado del recinto por orden del artista.
Hasta ahora Alejandro no había podido hablar sobre lo sucedido, por lo que su primera entrevista tras el altercado giró en torno a su valentía. El madrileño, humilde como pocos, se restó importancia en la rueda de prensa del festival de Viña del Mar (Chile) aludiendo a que él no había hecho nada del otro mundo. “No he hecho nada extraordinario. Cualquiera en mi situación habría actuado de la misma manera. El que hace algo así es un canalla, pero el que lo ve y no hace nada también lo es”.
“Creo que actué por puro instinto, vi algo que creía que estaba mal, me parece que maltratar a cualquier persona no está bien, pero sobre todo a las mujeres me parece mucho peor”, resumió.
Y además hizo una llamada pública para que nadie que contemple un acto violento se calle. “Tenemos que estar siempre atentos a estas cosas. Hay una especie de guerra silenciosa. Sólo en España cada año mueren entre 50 y 60 mujeres por violencia machista”. Solo denunciando podremos parar uno de los mayores problemas con los que no solo lidiamos en nuestro país sino que es una lacra a nivel mundial.
Seguro que la actitud de Alejando sirve de ejemplo para muchos y muchas, que, por miedo, no han actuado como deberían. Pero ahora ha llegado el turno de acabar con el silencio, son ellos lo que deben sentir vergüenza por haber hecho lo que han hecho.