Han pasado casi 10 años. 10 años en los que las vidas de ambas han cambiado de manera radical. La que entonces era alumna, Alba Carrillo, ahora es uno de los personajes que más titulares acapara, mientras que la profesora, Cristina Rodríguez, se ha convertido en una de las estilistas más queridas de la televisión gracias a su buen hacer en ‘Cámbiame’.
Esta tarde se han visto las caras después de que hace 9 años coincidieran en ‘Supermodelo 2007’. Alba ansiaba con ganas el título de representante española en el certamen Elite Model Look, y Cristina les descubría todos los secretos de la pasarela y de cómo posar con el look que fuera, por atrevido, loco o imposible.
Todavía recordamos a Rodríguez regañando a Malena Costa por llevar cantidades industriales de brillo de labios, “parece que te has comido un bocadillo de sobrasada", a Maite por ser gótica, “sé gótica en tu casa”, y aunque a Alba no le dijo ninguno de sus comentarios lapidarios, sí que guardaba un recuerdo nítido de ella. A posteriori dijo de su alumna que era “fría” y “ambiciosa”. Cristina, que lo decía como si fuera un cumplido, Carrillo no se lo tomó así, llegando a sentirse dolida.
Hoy se veían las caras por primera vez tras todos estos años. Alba dejaba patente que las palabras de su exprofesora le habían hecho daño, y Cristina le respondía que pretendía darle respuesta “mirándote a los ojos”. La cara de disgusto de la exalumna era más que evidente, y no hemos podido evitar recordar la que puso cuando, en ‘Hable con ellas’, Bárbara Rey la mandó callar.
Ya en plató reunidas, frente a frente, Cristina le ha dicho que si fue dura con ella, esto la hizo ser la mujer que es hoy en día. La fortaleció. Además, la estilista se enorgullecía de haberle aportado disciplina, pues es algo que siempre han celebrado de la modelo todos los que han trabajado con ella. Alba ha dejado patente que prefiere la versión de Rodríguez que a diario cambia la vida de las personas que se suben a la pasarela de ‘Cámbiame’, que la que ella vio en ‘Supermodelo’. Y ahí ha dejado el dardito, envenenado o no.