Lisa Marie Presley ha hablado por primera vez de su lucha contra las adicciones. La única hija de Elvis Presley ha abierto su corazón en el prólogo de un nuevo libro, 'The United States of Opioids: A Prescription for Liberating a Nation in Pain', que trata sobre los peligros de las drogas legales y los medicamentos para el dolor, como los analgésicos y opiacéos.

Lisa Marie confiesa que empezó a ser adicta a estos medicamentos en 2008, cuando se los recetaron tras el nacimiento de sus hijas mellizas. "Solo hizo falta que me los recetaran en el hospital para sentir que necesitaba tomarlos. Yo no era feliz, empecé a luchar contra la adicción con 45 años, no fue algo que estuviera en mi vida antes. Mi terapeuta me dice: 'Eres un milagro. No sé cómo sigues viva'. Superar esta dependencia y volver a reconstruir mi vida fue muy un camino muy difícil", escribe.

"He visto morir a mucha gente por esta trágica epidemia", escribe la única hija de Elvis cuando se han cumplido más de 40 años de la muerte de su padre, que falleció de un ataque al corazón en Graceland tras años de adicción a los análgesicos.

Hoy en día, Lisa Marie ha superado esta adicción, pero la preocupación por una recaída es un fantasma que no abandona nunca la mente de su madre, Priscilla, que teme que su hija tenga el mismo final trágico que el Rey del Rock. Una fuente cercana a la actriz, ha revelado: "Priscilla ha vivido siempre preocupada por Lisa Marie. Ha estado con rockeros, drogadictos y gente extraña toda su vida, pero fue a los 40 cuando se hizo adicta y empezó a beber mucho".

Esta época coincide con el tiempo en el que Lisa Marie vivió en Nashville, en 2016 y 2017, una temporada en la que salía mucho y hasta altas horas de la madrugada. "Lisa Marie era un desastre, y siempre aparecía drogada" asegura esta fuente.

Tras su divorcio de su cuarto marido, Michael Lockwood en 2016, Lisa Marie volvió a Los Angeles. Meses más tarde, entró en un centro de desintoxicación y empezó para ella una nueva época oscura por la lucha por la custodia de sus hijas, que durante un tiempo vivieron en casa de la abuela Priscilla.