Adela González, la periodista que perdió a su hija con solo 8 años, escribe una emotiva carta

La comunicadora ha agradecido el apoyo a todas las personas que estuvieron al lado de su hija y de la familia en los momentos más complicados de una forma muy bonita

Adela González
@addelagonzalez

Hace casi un mes Adela González tuvo que dar la noticia más triste de su vida. La periodista anunció en redes sociales el fallecimiento de su hija Andrea. Con tan solo ocho años, la pequeña perdía la vida después de unos años de lucha contra un cáncer de pulmón. Ahora Adela ha tenido un gesto precioso para agradecer el apoyo a todos los que estuvieron al lado de su hija y de su familia durante su enfermedad. Para hacerlo ha publicado una emotiva carta en el medio ‘Noticias de Navarra’, donde ha escrito unas palabras muy bonitas en las que además de dar las gracias, recuerda a su hija con todo el amor del mundo.

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Ya desde el comienzo la carta es de lo más profunda. “La vida cambia en un minuto” son las palabras con las que la periodista que actualmente trabaja en ETB comienza este relato repleto de recuerdos y momentos duros. A lo largo de las líneas Adela cuenta cómo fue el momento en el que a la pequeña le diagnosticaron Sarcoma de Ewing, cómo afrontaron el tratamiento, cómo fueron las visitas a la UCI pediátrica o cómo la inocencia de Andrea ayudaba a todos a afrontar la lucha. Todo esto la comunicadora lo recuerda con dolor, pero también lo hace desde la calma. En la carta Adela tiene palabras para médicos, enfermeros, auxiliares, padres de otros niños que han pasado la misma enfermedad, amigos y compañeros. Personas que le han hecho el camino más fácil y a las que necesitaba agradecer todos sus gestos.

También ha tenido bonitos recuerdos con la pequeña como cuando el tumor dio “una pequeña tregua” y “pudimos disfrutar de un verano maravilloso”. O cómo el mayor deseo de Andrea era tener un perro y en los últimos días “fue dueña de dos”. Para despedirse, la periodista ha escrito a sus más allegados y al equipo médico que ha cuidado de su hija en los últimos años unas palabras de lo más profundas: “Gracias por esos mensajes en forma de arcoiris, sirenitas, egun on, corazones de todos los colores... cuando el que nosotros enviamos de vuelta, antes y más ahora, es solo uno, uno roto”.

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