ACIERTAZO. Mirad bien lo que os decimos, que puede que esto no se vuelva a repetir conociendo su trayectoria estilística. Lleva un vestido customizado de Atelier Versace. Patinazo. La actriz está a punto de morir ahogada por los volantes de su vestido. Meh. Está bien porque indudablemente está bien, pero quizás demasiado sosa, aburrida con este Ralph Lauren. Entre el patinazo y el acierto. Quizás demasiado provocativa para una gala de este estilo, pero lleva con gracia el modelo rosa de Prada. Acierto. Muy bien escogido este modelo rojo amapola que no le añade años. Cómo no, es de la firma Dior. Ébano y marfil, o la particular visión de esta madre y esta hija tan bien avenidas que hasta comparten color de pelo. El blanco canoso es tendencia, ya sea natural como el de Jamie Lee, o artificial como el de su hija bailarina. Acierta decantándose por el blanco y negro de Prabal and Gurung y haciendo que este resulte barroco. Y no es una crítica, el barroquismo también puede ser bueno. Y esta es una de esas veces. Su coleta trenza es todo un acierto. Perpetúa más en ella esa imagen de princesa gótica que tan bien se ha trabajado con los años y las alfombras rojas. Errooor. Este vestido recuerda demasiado a los que vemos en las bodas de muchos familiares y amigos. No nos gustan en las bodas, no nos gustan en los Globos de Oro. Lo sentimos. Patinazo. Mirad bien. Fijaos con atención, porque aunque parezca que va en pelota picada, la actriz lleva un minimalista conjunto que la hace parecer que está viviendo su propia versión de 'El traje de el emperador'. En la pasada temporada de premios, cuando todos fueron suyos por 'Siempre Alice', se dejó tentar por los modelos metalizados. Ahora repite estrategia para seguir saliendo en las mejor vestidas, y la cosa es que lo consigue. Bien jugado. Su modelo es de Tom Ford. Cola, gasa, aberturas. Y todo junto. Lo que a otra persona no le funcionaría por excesivo, en ella resulta simplemente perfecto. El vestidazo es de Giambattista Valli. La mejor de todas. Ella no tiene igual. Medirse con ella a nivel de modelitos es como medirse con Meryl Streep a nivel interpretativo: sabes que vas a perder. La joven deslumbra con su vestido joya de Dolce & Gabbana (no, no solo saben hacer encaje, también se les da de maravilla el mundo lentejuela). Patinazo. Es lo que llaman 'vestir de perdedora'. Cuando no vas vestida muy allá, y resulta que tampoco te dan el premio. El Givenchy de la actriz no nos gusta nada. ¡Qué desaparecida estaba! Nos alegra verla por las alfombras rojas, donde siempre ha sido una alumna brillante. Y ya vemos que no ha perdido comba... Este vestido de Valentino nos demuestra que lucir escotazo no va ligado a resultar chabacana. ¡Acierto! El actor hace un guiño a su personaje en la serie 'American Horror Story', un transexual, y reivindica el tacón en los hombres. Mario Vaquerizo lo lleva haciendo en España desde hace años. Patinazo. La joven actriz parece salida de la Guerra de Secesión americana. Ganadora del Globo de Oro a mejor actriz dramática por 'Room', se vistió de dorado a ver si le traía suerte, ¡y se la dio! Además el modelo es sexy, elegante y muy favorecedor. Es un Calvin Klein con miles de cuentas cosidas a mano. Nos gusta, aunque reconocemos que este look de Georges Hobeika no la hizo destacar en una noche como los G.de Oro. ¿Recordáis lo que hemos dicho de Jada Pinkett? Pues lo mismo se puede aplicar a la mujer que corrió en tacones ante un Tiranosaurio Rex.