La Promesa tiene mucho que esconder al duque de Carvajal y Cifuentes. No puede descubrir la existencia de los bebés de Catalina ni quién es el padre. Tampoco que Curro sigue viviendo en el palacio. Este no es el único problema al que se enfrentan los protagonistas de la serie de La 1. El hijo de Eugenia sigue buscando respuestas en esa joyería a la que acudía habitualmente Cruz, mientras que su madre trata por todos los medios de visitar a la marquesa de Luján.
El comportamiento de Lisandro está siendo cuestionable y despreciable, pero la familia no puede hacer nada más que callar. Leocadia le ha echado una mano (económica) a Manuel, mientras que Toño está decidido a demostrar que es inocente. Rómulo también ha hecho algún que otor avance al contarle a Ricardo su versión del pasado que comparte con Emilia.
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Eugenia se ha instalado en la habitación de Lorenzo. Todo apunta a que esta decisión traerá a todos los habitantes de La Promesa de cabeza. Mientras Leocadia le ha hecho ver al capitán que deben controlarse con Lisandro en palacio. Rómulo ha escuchado a Catalina y le ha pedido disculpas a Pía, quien las ha aceptado. Tras esto, Rómulo intenta evitar enfrentamientos, y por ello necesita tener una conversación con Emilia.
Lope y Curro han conseguido reunirse con Esmeralda, quien ha reconocido a Curro. Han conseguido información, sí, pero salen de la joyería con una información tan críptica que no saben ni cómo manejar. María Fernández se siente incapaz de creerse a la nueva Petra. Samuel se harta de esto y se enfrenta a la doncella por ello.
