'MasterChef' ya tiene a su ganador de la edición número 13. No ha estado exento de polémica. Había hasta tres retos que superar, pero el público lo tenía claro. Ismael era quien debía hacerse con el premio, la recompensa perfecta para el que ha hecho el mejor concurso. Sin embargo, los jueces ditactaminaron que fuese Gabriela quien se lleve los 100.000 euros a casa tras un ajustadísimo duelo final ante Bea. Se esté o no de acuerdo con la decisión, la realidad es que hay un vacío que llenar y Netflix tiene la propuesta perfecta. Ingredientes diferentes, chefs con estrellas Michelín y un premio que duplica al del concurso de Televisión Española. Hablamos de 'Guerra de cucharas: blancas contra negras'.
Es una de esas joyas escondidas en el catálogo a las que un día, sin saber muy bien por qué, le das a 'play'. Se trata del concurso de cocina más ambicioso que se ha televisivado y es coreano. Muestra las elaboraciones meticulosas de un grupo de cocineros que aspira a algo más, y eso que entre sus concursantes hay dueños de restaurantes con lista de espera de tres meses. También algún antiguo concursante de un reality parecido a 'La isla de las tentaciones', una cocinera de un comedor escolar... Hasta ahí, podría encajar con la descripción de cualquier otro formato.
La cosa cambia cuando se echa un vistazo a las 'cucharas blancas'. Entre los 100 chefs que participan en 'Guerra de cucharas' hay 20 de ellos que tienen una clasificación especial. Son referentes en lo gastronómico. Hay chefs con estrellas Michelín, como Joseph Lidgerwood, chef propietario de EVETT (Seúl); o Edward Lee, chef, concursante de cinco realities culinarios, escritor de éxito y encargado de preparar la cena que compartieron Joe Biden y el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, en la Casa Blanca.
Cualquiera de las 'cucharas blancas' podría ser miembro del jurado. Sin embargo, han preferido competir por el premio –300 millones de won (casi 190.000 euros)– y por defender su reputación. Se tendrán que medir con las 'cucharas negras', cocineros anónimos que tienen una oportunidad única para demostrar su valía frente a los profesionales. Por algo el concurso también es conocido como 'Culinary Class Wars' (Guerras de clases culinarias).
Eso sí, los cucharas negras tendrán que superar una fase previa en la que de 80 pasarán a ser 20 chefs. Una vez se conozcan a los clasificados, emperazán los duelos eliminatorios entre blancas y negras. Solo tienen una oportunidad.
Netflix
Los encargados de dictaminar el futuro de estos chefs (y de elegir al ganador) son Paik Jong‑won y Anh Sung‑jae. Bien se podría decir que son los Pepe Rodríguez (57 años) y Jordi Cruz (47 años) coreanos. Paik Jong‑won (58 años) es reputado restaurador surcoreano que lleva años vinculado con la televisión. Es amante de la cocina tradicional y centra sus valoraciones en el sabor. Anh Sung‑jae (43 años) es el único chef surcoreano con 3 estrellas Michelin, y es reconocido por su técnica, exigencia culinaria y también por su falta de tacto (como Jordi en las primeras ediciones de 'MasterChef').
¿Habrá adaptación española de 'Guerra de cucharas'?
Uno de los principales atractivos de 'Guerra de cucharas' es que cuenta los entresijos de un mundo tan complejo como el de la hostelería. Lo hace a través de los lazos que unen a los 100 chefs que participan en él. Entre ellos, hay maestros y aprendices. Hay vínculos que van más allá de lo profesional.
Aunque la cifra de concursantes puede parecer abrumadora, sus 12 episodios cuentan con una dinámica que aúna a la perfección técnica culinaria y suspense dramático (más que cuando Montoya huyó a Villa Playa para tratar de parar a Anita).
El nivel de la competición es muy alto, uno al que podría llegarse después de 36 ediciones de 'MasterChef' (entre anónimos, juniors, celebrities y abuelos). Lo de adaptar formatos extranjeros tampoco debería suponer un problema. A España han llegado franquicias como 'Bake Off', 'Top Chef', 'Mask Singer' (también coreano), 'Operación Triunfo', 'La Voz', 'GOT Talent'... La lista es extensa. Habría que ver si productoras como Fremantle España, Shine Iberia o ITV Studios Iberia se atreven con un formato tan completo.
El principal reto de un concurso como 'Guerra de cucharas' sería cuadrar la agenda de los 100 chefs que compitiesen, especialmente de los 'cucharas blancas'. Viendo el nivel culinario del formato original, Jordi Cruz y Pepe Rodríguez podrían continuar con su labor como jurado (en caso de que lo desarrollase Shine Iberia, la misma productora de 'MasterChef').
En cuanto a concursantes nos gustaría ver a Martín Berasategui y su garrote, a Dabiz Muñoz haciendo croquetas Pedroche en directo o Carlos Maldonado, demostrando por qué es el único concursante de 'MasterChef' que ha conseguido una estrella Michelín. Ángel León y su creaciones marinas también serían un gran atractivo. O Carme Ruscalleda, la que es referente para muchas en la alta cocina ya que es la única cocinera española con siete estrellas. También sería una oportunidad perfecta para saber cómo le va a María Lo, ganadora de la décima edición de 'MasterChef', o a Begoña Rodrigo, ganadora de la primera edición de 'Top Chef' y jurado de 'La última cena de Sálvame'.