No ha sido una noche cualquiera en ‘First Dates’. El dating show ha rendido homenaje este lunes a las muchas tradiciones españolas y la riqueza cultural de nuestro país en un especial dedicado al folclore con motivo de las fiestas de San Isidro. Se trata de una excusa más para celebrar el amor y engalanarse con unos estilismos para la ocasión. Vestidos con un traje acorde al día, con una decoración a la altura y una comida típica de diferentes territorios de España, Carlos Sobera (64 años) y su equipo han brindado por el amor antes de recibir en el restaurante a un gallego de pura cepa.
Pablo (46 años), un desempleado de Santo Domingo de La Coruña, es un enamorado de su tierra. Le han definido como una persona generosa en el amor aunque lleva ocho o nueve años soltero. Tiene ganas de encontrar a alguien con el que compartir sus pasiones y no es demasiado exigente en cuanto a su prototipo. "Todos valoramos el físico y yo me cuido por salud. Yo empecé a ser deportista desde los siete años", ha reconocido. Pero igual se cuida en exceso, al menos para su cita. Jonathan (38 años), un empresario de Vigo, lo ha rechazado a su cita nada más conocerlo.
"No me gusta nada de nada. Está pinchado por todos los lados. La cara en general, pero la boca... Hijo mío, en qué momento", ha dicho Jonathan haciendo referencia a los voluminosos labios que se ha puesto su cita. Ha dado por zanjado su encuentro amoroso desde el principio. Pese a su negativa, sí que ha cenado con él. "Es una persona atractiva, es guapo, no lo niego", ha pensado, en cambio, Pablo.
Mediaset
Para colmo, en el menú típico de este día tan especial había como primero un plato llamado labios verdes. Jonathan ha aprovechado la tesitura para lanzarle una pullita a Pablo. "Está bien lo de labios verdes. Vamos servidos de labios", le ha soltado. Con las cámaras de 'First Dates' ha sido algo más sincero, ha reconocido que tiene dos "chorizos cebolleros, como se dice en su pueblo". "No es mi tipo para nada", ha añadido.
Jonathan solo pensaba en que la cita se acabase. Sin embargo, Pablo lo ha vivido de una manera totalmente diferente. Le ha encantado su cita desde el primer momento y a medida que pasaba la cita estaba más cómodo con él. Se ha llevado un chasco al darse cuenta de que no había sido algo recíproco. Jonatha le ha dicho no a una segunda cita: "Yo no tendría nada más porque no hubo esa chispa necesaria para una segunda cita. No es el prototipo de hombre que me atrae, y entonces no tendría otra".