Cinco momentos que ya son historia de '¿Quién quiere ser millonario?'

Enrique Chicote protagonizó un momento que jamás podremos olvidar, emitido en septiembre de 2000. Estaba ante la última pregunta. Aún disponía del comodín de la llamada, y lo usó, le dijo a Carlos Sobera que quería 'quemar' todos los comodines. Pero no llamó para confirmar la respuesta correcta. Lo hizo solo para decirle a su esposa que se sabía la pregunta definitiva e iba a ganar el premio: "Maribel, te llamaba para decirte que me voy a llevar 50 kilos. Era para avisarte, sin más problemas”. Su mujer, atónita, le preguntó que si es que ya había acertado la última pregunta. "No, pero me la sé", contestó Chicote. Y acertó. Se convirtió en el primer español en ganar el formato. 

Los nervios pueden ser traicioneros y provocar más de una mala pasada. Como el de un concursante cuando escuchó una pregunta que cuestionaba qué persona o animal puede mover los ojos de forma independiente. El participante dudaba entre Marujita Díaz o el camaleón, y pidió el comodín del público para salir de dudas. Sobera, por su parte, no daba crédito a la situación. Menos mal que casi el 90% de los asistentes votó por la opción correcta y ayudaron al concursante a superar este bache que provocó más de una risa. 

"Me va a entrar la risa", anticipó Carlos Sobera tras leer la siguiente pregunta: ¿cuál ha sido el principal problema que ha sufrido Rocco Siffredi en el rodaje de sus 1300 películas porno? "¿Problema?", se preguntaba entre risas el presentador mientras se escuchaba reír también al público. Ni el presentador ni el concursante ni los espectadores pudieron contener la risa al descubrir las opciones de respuesta que planteaba el equipo de '¿Quién quiere ser millonario?': gatillazo, maridos celosos, picadura de avispa en pene o actrices estrechas. Una pregunta que hoy en día sería más que controvertida. 

'¿Quién quiere ser millonario?' ofrece cuatro opciones entre las que se encuentra la respuesta correcta. Sin embargo, aquellos que reciben la llamada no saben estas opciones si el concursante que les llama no se lo dicen. Este pequeño detalle le pasó factura a un participante del concursante. Quería saber qué pizza reproducía los colores de la bandera de Italia. Las opciones eran Margarita, San Gennaro, Marinera o Cuatro estaciones; sin embargo, al otro lado del teléfono respondieron: "Napolitana". Esta llamada no fue de mucha ayuda, aunque sí provocó alguna que otra risa. Por suerte, el concursante consiguió dar con la correcta y respondió 'Margarita'.

Carlos Sobera sufrió una inocentada que le había preparado el equipo del propio programa. Una concursante bastante insistente y aparentemente nerviosa estuvo a punto de sacar al presentador de su sitio y volver loco; sin embargo, Sobera supo mantener la compostura y aceptó con deportividad que se trataba de una broma: "Sí, me la pegaron. Hubo un momento en que me di cuenta pero no me atreví a decirlo por si acaso la hubiera liado". El conductor de '¿Quién quiere ser millonario?' cayó demasiado tarde en que era 28 de diciembre.