Valeria Sabater, psicóloga, sobre la metáfora del erizo: “Elige vivir solo, pero a la vez anhela conexión, amor y pertenencia”

La experta en salud mental ha compartido con sus seguidores el complicado problema al que muchos se enfrentan cuando intentan amar y ser amados.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

valeria sabater
@valeria_sabater_psicologia I Instagram

“Las relaciones humanas son complicadas”. Es una evidencia científica que ha compartido la psicóloga Valeria Sabater a través de sus redes sociales. Es cierto que el miedo, el afecto y la necesidad de sentir amor son emociones confusas que producen inquietud. Es inevitable. Sin embargo, como seres racionales podemos aprender a controlarlas para mejorar nuestro bienestar. La experta en salud mental ha compartido en sus redes sociales la fórmula clave para ello a través de la metáfora del erizo.

“La metáfora del erizo nos habla del miedo al vínculo”

Vivir con miedo al amor es un sentimiento de lo más frecuente según los expertos en psicología. La incertidumbre y el temor al rechazo son algunas de las causas principales. También las experiencias negativas o atraumáticas previas juegan un papel clave sobre este problema sentimental. La psicología ha estudiado este fenómeno durante décadas y su opinión al respecto es clara.

La metáfora del erizo nos habla del miedo al vínculo. Muchas personas anhelan cercanía emocional, amor y compañía, pero llevan tras sí tantas heridas, decepciones y traumas no resueltos que acaban temiendo esa misma cercanía”, cuenta la experta Valeria Sabater en una de sus últimas publicaciones de Instagram. Lo cierto es que la búsqueda del amor no es una tarea sencilla.

Hay quien está necesitado de afecto, pero al mismo tiempo tiene miedo a las traiciones y las decepciones porque ya las sufrió en el pasado”, añade Valeria. Su consejo para quienes experimentan este problema es sencillo. “Elige vivir solo, pero a la vez, anhela conexión, amor y pertenencia”, recomienda. La conocida metáfora del erizo no es un descubrimiento novedoso.

De hecho, Arthur Schopenhauer abordó este asunto en su obra ‘Parerga y paralipómena’ de 1851. El escritor transmitió que, cuanto más cercana es una relación entre dos individuos, más probable es que se puedan hacer daño el no al otro. Mientras tanto, también sostuvo que, cuanto más lejana sea su relación, más probable será que la pareja sienta dolor y angustia por la soledad que afrontan.

Sin duda, es una situación complicada que muchos han experimentado en algún momento de su vida. Inevitablemente, la angustia, la incertidumbre o el dolor que se experimentan en ambas situaciones merman nuestro bienestar. La ansiedad, el estrés o la desconfianza también son dos de los problemas más recurrentes en estos casos.

Así actúa nuestro cerebro en mitad de un duelo por ruptura

La experta también ha compartido con sus seguidores otro de los asuntos más relevantes sobre el amor: el motivo por el que un duelo por ruptura es tan doloroso. “El cerebro la procesa como una herida real e incluso como una amenaza a la propia supervivencia”, aclara. Además, tras una ruptura, “nuestros sistemas de recompensa cerebrales siguen activos y áreas como el núcleo accumbens y el tegmental ventral hacen que sigamos amando, deseando y necesitando a esa persona”.

Este es otro de los grandes motivos que explican el gran dolor que experimentamos. En consecuencia, “aparecen casi siempre dos heridas”. “La primera traza el dolor de lo imprevisto, la caída de un proyecto vital que nos definía y la otra tiene que ver con el sufrimiento obsesivo del “¿qué he hecho mal?”, señala la experta en psicología. Una ruptura no deseada provoca vacíos y dudas, es cierto.

Aun así, los expertos abogan por procesar con grandes dosis de autocompasión aceptación. “Haber amado es un privilegio, no debemos arrepentirnos de ello. Aceptar ese dolor y la pérdida con dignidad nos permitirá avanzar sin caer en el estancamiento o el rencor”. Esta es la mejor forma de superar una ruptura amorosa según la experta en psicología Valeria Sabater.