La ciencia ha demostrado que realizar ejercicios de fuerza es fundamental para el bienestar físico y mental. De hecho, es capaz de mejorar nuestra calidad de vida y prevenir el envejecimiento. También ayuda a fortalecer los huesos y reduce síntomas de ansiedad o depresión. Aun así, todavía existe cierta desinformación sobre los beneficios del ejercicio de fuerza. Isabel Viña, experta en metabolismo, ha desmentido los tres mitos más comunes a través de sus redes sociales.
El ejercicio físico requiere intensidad para crear masa muscular
“Hoy vengo a contaros qué tres mitos sobre la salud muscular deberíamos desterrar”, señala la experta que ayuda a cientos de personas a mejorar su calidad de vida a través del ejercicio físico. “El primero es que solo puedo ganar masa muscular con la mancuerna más grande de todas. Esto no es así”, puntúa. Aunque cada vez existe más concienciación sobre el ejercicio físico y sus beneficios, todavía hay quienes piensan que un peso mayor es sinónimo de más fuerza, pero la realidad es distinta.
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“Lo importante para ganar masa muscular no es tanto el número de peso, como que lo hagas con la intensidad y el esfuerzo que para ti suponga un reto. Esto, en función de cada persona, puede ser diferente”, subraya Isabel Viña. Es decir, se puede ganar masa muscular con pesos diferentes en función de las características y la intensidad de cada persona. “Ganar masa muscular no es cuestión de peso sino de esfuerzo”, insiste.
El mensaje que ha enviado la experta a sus seguidores de Instagram es claro. “Olvídate de que solo puedes ganar masa muscular con la mancuerna más grande, porque esto te va a alejar de empezar a hacer ejercicio físico que suponga un esfuerzo y una intensidad que te permita ganar masa muscular”, recomienda.
El cuerpo tiene memoria muscular
Dejar a un lado la rutina por cualquier motivo también genera dudas. Hay quienes creen que, cuando no se practica ejercicio físico durante un periodo de tiempo concreto, perdemos toda la masa muscular. Sin embargo, esto dista mucho de la realidad.
“El segundo mito es que si dejas de hacer ejercicio físico porque te has lesionado o no puedes hacer deporte vas a perder todo y no merece la pena. Esto no es así del todo, porque si bien tras un periodo de descanso o lesión por circunstancias de la vida se pierde músculo hay una cosa que no pierdes: los mionúcleos”, explica Isabel.
Es decir, los núcleos nuevos que se han formado gracias al ejercicio físico de fuerza que es donde está todo el material genético. “Eso no se pierde con el descanso o tras una lesión”, puntúa. Lo mismo ocurre con la memoria muscular. “Cuando tú vuelves a hacer ejercicio físico, te va a ser mucho más fácil ganar toda la masca muscular, no te va a suponer tanto tiempo como antes porque ya tienes la maquinaria genética que te va a permitir ganar la masa muscular. Por tanto, los mionúcleos no se pierden”, insiste. El último de los mitos a los que ha puesto fin la experta trata sobre los menores de edad y su relación con el ejercicio físico.
“Es falso que los niños y adolescentes no deben hacer ejercicio físico porque les hace ser más bajitos. Esto no puede ser más diferente de la realidad. Tanto es así que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda, al menos, tres veces por semana que hagan ejercicio físico de resistencia”, explica a sus seguidores de Instagram. Aun así, Isabel ha dejado claro que “no necesariamente es que un niño de 10 años vaya al gimnasio, sino que haga deportes de resistencia le mantenga ágil y le permita además tener músculo y hueso”.
Una de las mayores claves que ha esclarecido la ciencia sobre sus beneficios es que “el ejercicio físico de resistencia no solo sirve para los músculos, sino que nos ayuda a tener unos husos más fuertes”. Por este importante motivo, su conclusión es clara. “No hay una edad mínima sino cuando el niño y el adolescente estén preparados, sea seguro y con una vigilancia adecuada pueden hacer ejercicio físico. Es más, lo maravilloso sería que los padres lo hicieran con los hijos y así aprendieran con el ejemplo”, concluye. Por todos estos motivos, la ciencia recomienda incorporar rutinas de ejercicio físico a nuestro día a día. Practicar cualquier deporte de forma rutinaria y moderada es clave para mejorar nuestro bienestar físico y mental.