Si existe una serie que ahora mismo esté en boca de todos esa es ‘El Caso Asunta’, la nueva producción de Netflix que cuenta el horrible caso del asesinato de la niña Asunta Basterra en 2013 a manos de sus padres adoptivos. Rosario Porto y Alfonso Basterra se convirtieron en los nombres más repetidos durante el tiempo que duró este juicio y, aunque ambos eran abogados, estos acabaron siendo juzgados y todo el peso de la ley cayó sobre ellos, siendo sentenciados a prisión como coautores de este horrible crimen. Puede que mucha gente no lo recuerde, pero Rosario no pudo soportar la presión y, tras unos años en diferentes cárceles, acabó decidiendo quitarse la vida. Aun así, su muerte dejó diferentes incógnitas que a día de hoy todavía no tienen respuesta.
¿Qué ocurrió con Rosario Porto?
Rosario fue condenada a 18 años de prisión por el crimen de la pequeña Asunta. Esta pasó por tres cárceles en los primeros siete años, A Lama, Teixeiro y Brieva, habiendo intentado acabar con su vida en diferentes ocasiones sin mucho éxito. La primera vez fue en febrero de 2017, cuando encontraron a la mujer desmayada en su celda de la cárcel de Teixeiro tras haber ingerido varias pastillas. Este intento de suicidio coincidió con el traslado a su prisión de A Lama, donde iba a cumplir su condena. Más tarde, en el año 2018 intentó matarse de nuevo en las duchas de prisión, pero al alertar a su compañera de celda de lo que estaba intentando realizar, los funcionarios de prisión consiguieron pararla a tiempo. En diciembre de 2019 el abogado de Rosario informó a la enfermería de la cárcel de la “depresión profunda” que sufría su cliente.
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¿Cómo pudo ocurrir esto?
Una gran incógnita es cómo pudo ser que, tras estos hechos, nada de eso consiguiese evitar el terrible desenlace y es que, en 2020, año en que la pandemia azotó el mundo, Rosario finalmente lo consiguió y acabó suicidándose. Fueron los funcionarios de prisión los que, alarmados al no haberse presentado en el comedor para desayunar como todos los días, se la encontraron sin vida dentro de su celda, víctima de asfixia, misma causa de la muerte de Asunta. Algo bastante llamativo es que, tras este polémico suicidio, no se encontró ningún tipo de carta o texto en el que Rosario explicase el porqué de su muerte. Lo único que había hecho Porto antes de llevar a cabo este suicidio fue recoger todas sus pertenencias. Otra gran incógnita es cómo consiguió llevarlo a cabo, teniendo en cuenta que ya lo había intentado anteriormente y que en las prisiones se tienen protocolos antisuicidios para evitar estos incidentes. ¿Acaso no se aplicó ninguno? Curiosamente, tras su muerte, sí se aplicó este protocolo a Alfonso Basterra, su marido.
Alfonso Basterra, una vida en prisión
Aunque Rosario acabó quitándose la vida, el otro coautor del crimen de la pequeña, Alfonso Basterra, sigue recluido en prisión. Este está pagando su condena en la cárcel de Teixeiro, A Coruña, donde diferentes fuentes afirman que se pasa las horas en la biblioteca del centro penitenciario estudiando. Nada más comenzar este año, 2024, Basterra pidió en enero el tercer grado por primera vez, aunque este le fue denegado.
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El tercer grado, también conocido como régimen de semilibertad o régimen abierto, es un decreto dentro del sistema penitenciario español que permite a algunos presos cumplir el resto de su condena fuera de la cárcel, bajo ciertas condiciones y supervisión. Este quiso intentarlo, pero no lo consiguió. De haberlo hecho, podría haber empezado a realizar algunas actividades fuera de prisión como trabajar, estudiar o hacer voluntariado, aunque debería regresar cada noche a prisión. Esto suelen concedérselo a presos que tiene buen comportamiento y que no suelen tener mucho riesgo de reincidencia.