La DGT lo confirma: poner un parasol en tu coche te puede costar hasta 200 euros

La Dirección General de Tráfico ha prohibido el uso de ciertos parasoles y otros accesorios por un importante motivo.

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Con la llegada del calor, el parasol se ha convertido en uno de los mejores aliados entre conductores. Es un accesorio clave para luchar contra el bochorno y el sol, sobre todo cuando estacionamos nuestro vehículo en plena calle. De hecho, es capaz de reducir la temperatura del interior de un turismo en 20 grados. También ayuda a preservar el estado del salpicadero y los asientos entre muchos otros elementos de nuestro coche. Nadie podría pensar que resulta peligroso, pero lo cierto es que la DGT podría multarnos si utilizamos un parasol inadecuado por un motivo fundamental.

Mucho cuidado con el uso de parasoles no homologados

La Dirección General de Tráfico (DGT) es clara. Quedan totalmente prohibidos aquellos accesorios que dificultan la visibilidad del conductor en movimiento. Más allá de los ambientadores de coche o los llaveros decorativos que se cuelgan en el retrovisor interior, el uso de ciertos parasoles también está prohibido. Es el caso de los enrollables que se instalan de forma permanente en el parabrisas con pegamento, carcasas, ventosas u otros adhesivos.

Este tipo de parasol se ha popularizado en los últimos años por su comodidad y, de hecho, su uso es cada vez mayor en España. Solo es necesario tirar de él para colocarlo y cerrarlo. No tiene más misterio. Está claro que es más práctico que el tradicional parasol de aluminio plegable que colocamos en el interior del salpicadero. Para muchos, desplegarlo cada vez que estacionamos nuestro vehículo es una tarea tediosa. Además, es un elemento que hay que guardar cada vez que lo dejamos de utilizar en alguna parte de nuestro coche.

¿Por qué podría entonces multarnos la DGT si utilizamos uno más cómodo? El motivo por el que ha prohibido el uso de parasoles permanentes es claro. Pueden obstaculizar una pequeña parte del campo de visión del conductor. Los expertos de la Dirección General de Tráfico consideran que es un peligro y atenta contra la seguridad vial. Así lo recoge el artículo 19 del Reglamento General de Circulación. “La superficie acristalada del vehículo deberá permitir la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circule, sin interferencias de láminas o adhesivos”, señala.

La normativa es clara y solo permite una excepción. “Únicamente se permitirá circular con láminas adhesivas o cortinillas contra el sol en las ventanillas posteriores cuando el vehículo lleve dos espejos retrovisores exteriores que cumplan las especificaciones técnicas necesarias. No obstante, la utilización de láminas adhesivas en los vehículos se permitirá cuando se haya homologado el vidrio con la lámina incorporada. La coloración de los distintivos previstos en la legislación de transportes, o en otras disposiciones, deberá realizarse de forma que no impidan la correcta visión del conductor”, sostiene el reglamento.

Puesto que los parasoles adhesivos y permanentes no están homologados por ley, queda totalmente restringido su uso. “Queda prohibida la colocación de vidrios tintados o coloreados no homologados”, añade la DGT. Quienes incumplan esta norma deberán hacer frente a las sanciones establecidas. En este caso, puede alcanzar los 200 euros. Hay que destacar que no es el único motivo de sanción en pleno verano. Los conductores que deciden tintar los laterales de su vehículo con un tono demasiado oscuro no homologado podrán ser sancionados por las autoridades.

Los expertos alertan. El tintado de lunas delanteras también está totalmente prohibido. Solo se pueden oscurecer los cristales delanteros por seguridad en coches oficiales. Las ventanillas deben dejar pasar, al menos, el 70% de la luz visible. Así lo recoge la normativa vigente. De lo contrario, las sanciones pueden alcanzar los 150 euros. La Dirección General de Tráfico es clara. La mejor opción para evitar penalizaciones y accidentes es el parasol tradicional. Este tipo de accesorio también es la alternativa más económica a los parasoles fijos.