En eso de que "cualquier tiempo pasado parece mejor" hay expertos que tienen algo que decir. A lo largo de estos meses se ha hablado largo y tendido de lo favorable que se presenta el escenario de la compra de vivienda en 2025, ante el asombro entendible de muchas personas, críticas por la dificultad de tener cierta capacidad de ahorro.
Mientras los precios del alquiler se disparan hasta sus máximos y convierten la opción de arrendar un piso en un lujo al alcance de pocos bolsillos, sobre todo en las capitales de las 52 provincias de España, el euríbor se desploma. Hubo meses de pánico europeo con las hipotecas variables, pero tras la tormenta vuelve la calma.
Gonzalo Bernardos (62 años) lleva tiempo avisando de la tendencia a la baja del tipo de interés y de las oportunidades que ofrecerán los bancos a quienes se decidan a solicitar una hipoteca este año. No omite la parte compleja, porque sabe que la parte inicial depende del apoyo familiar en muchos casos, pero observa brotes verdes en el "esfuerzo hipotecario".
El profesor de economía de la Universidad de Barcelona ha concedido recientemente una entrevista en el portal 'Libertad sin deudas' y se ha tirado a la piscina también para opinar sobre los pisos turísticos y su incidencia real en los conflictos ligados al mercado inmobiliario o la proliferación de las habitaciones cápsula.
Cuando la hipoteca son los padres
El director del máster en Gestión, Asesoría y Promoción Inmobiliaria de la Universidad de Barcelona cree que 2025 es un buen año para comprar vivienda. Hasta ahí, todo muy en la línea de una percepción que ya compartía durante los últimos meses del 2024, pero en una de sus últimas entrevistas se ha extendido en el análisis de un aspecto clave.
Nos pueden ofrecer una cuota hipotecaria acorde a nuestro salario y tendremos por delante una carga asumible, según las condiciones que se prevén con el nuevo escenario de los tipos de interés en España y Europa, pero antes hay que asumir el coloquial y tan recurrido "a tocateja".
Gonzalo Bernardos es consciente de que aquí depende mucho de lo que alguien haya podido ahorrar o de la familia y el apoyo económico: "Si tienes unos padres con posibilidades, vive la vida, viaja a donde quieras, ve a buenos restaurantes, ellos te ponen el dinero que no te pone el banco y en lugar de pagar el alquiler, pagas la cuota hipotecaria y te ahorras dinero".
Sin embargo, la cosa se complica en muchas casas en las que hay muchos hijos a los que ayudar o poco dinero para repartir, algo a lo que tampoco se mantiene ajeno el profesor: "Como tus padres no tengan posibilidades, has de saber el sacrificio del dinero y el ahorro. Este fin de semana, si sales, te tomas un par de refrescos, porque conseguir que el banco te dé una hipoteca con el 100% es difícil".
Economía de guerra
Ante la situación de muchos jóvenes con salarios bajos, Gonzalo Bernardos habla del regreso "al sistema antiguo": "La gente vivía en casa de sus padres, cada uno por separado y, por tanto, se ahorraba el alquiler. Muchas veces, te ahorrabas el mantenimiento personal y podías ahorrar fácilmente el 80% de lo que ganabas".
En la actualidad, observa que "conoces a alguien en una discoteca, a los tres meses me voy a vivir con ella, pero aquí o haces economía de guerra o no vas a ahorrar y si no ahorras, no vas a salir de la trampa del alquiler". El experto encuentra aquí la principal dificultad.
"Los bancos van a ser menos exigentes con el perfil en las hipotecas, porque van a ganar menos dinero por cada euro prestado" ante las bajadas del euríbor y los tipos de interés, analiza el profesor de economía. Con esto, el esfuerzo por pagar la cuota mensual será menor, pero para que llegue ese momento hay que asumir la entrada y los gastos iniciales.
Pisos turísticos y habitaciones cápsula
Para Gonzalo Bernardos, el aumento en la oferta de habitaciones cápsula "es una barbaridad que no va a ningún sitio" y aboga por crear más vivienda, sin prestar especial atención a esa modalidad que no ve con buenos ojos.
Sobre la vivienda para uso turístico y su posible incidencia en el aumento de los precios del alquiler en nuestro país, recuerda que "en España los pisos turísticos son un 1,5%. En Barcelona, en el sitio que tienen más pisos turísticos tienen el 2,84%". Con estos datos y analizándolo por zonas, asegura que ha subido más el alquiler en barrios con un menor porcentaje.
En sus últimas intervenciones y entrevistas, además, ha recomendado a quienes buscan y pueden comprar casas, que se centren en zonas en las que luego puedan obtener una rentabilidad a medio largo plazo, como pueden ser barrios periféricos o que no estén catalogados como céntricos.