Sharon Stone (67 años): “Tenía unos brazos preciosos y ahora son fuertes y vistosos, como alas de ángel”

El paso del tiempo es inevitable, no se puede frenar. En ese transcurrir de años, los efectos se van dejando notar en nuestro cuerpo y no sólo nos referimos a la aparición de canas o de alguna que otra línea de expresión. Hablamos de la presencia cada vez más notable de la celulitis, de la flacidez generalizada del cuerpo y de la movilidad un poco más reducida que vamos experimentado.

A pesar de que nos empeñemos en lo contrario, el paso del tiempo y los efectos que éste deja en nuestra anatomía son irreversibles por lo que tenemos dos opciones. En primer lugar, asumir que los signos de la edad son sinónimo de haber vivido y abrazarlos; en segundo lugar, recurrir a toda clase de cirugía estética hasta alcanzar un aspecto similar al de cuando teníamos 20 años.

La segunda opción, por mucho que lo intentemos, es imposible de lograr, por eso, lo más recomendado es seguir el ejemplo de Sharon Stone (67 años) y “seguir amando nuestro cuerpo a pesar del paso del tiempo”. Al menos así lo ha reconocido recientemente en una entrevista en la revista Harper’s Bazaar, donde también recomendaba adoptar “una actitud de amor propio en lugar de tartar de evitar lo inevitable”.

La actriz, todo un icono en el cine de los 90 y musa oficial desde aquella década hasta el día de hoy, ha experimentado el paso del tiempo en su propio cuerpo y lo ha hecho con bastante seguridad en sí misma, consciente de que dicha transformación es inevitable. “Antes tenía unos brazos preciosos y ahora son fuertes y vistosos… como las alas de un ángel”, afirmaba la protagonista de Instinto básico en dicha entrevista.

“Hay personas que se rinden cuando envejecen, piensan que su cuerpo ya no las define, pero hay que seguir amando ese cuerpo porque las alteraciones de nuestra apariencia física son lo que la hace maravillosa”, expresaba la actriz.

Sharon Stone parte de la premisa de cada cambio que experimentamos es sólo un signo de que se ha recorrido camino, “nos recuerda la experiencia acumulada” y hay que “asumirlo con serenidad y sin miedo”. Aunque eso sí, no hay que olvidar que, a pesar de que los cambios sean inevitables, siempre podemos adoptar una actitud frente a la vida con la que no mantengamos jóvenes y frescos, pero no por el hecho de querer ser forever young, como reza la popular canción de Alphaville, sino por mantenernos saludables y activos. En el caso de los brazos, que siempre suelen acarrear más signos de envejecimiento, estos son algunos de los ejercicios que puedes realizar para que se mantengan fuertes.

Cómo cuidar los brazos a partir de los 60

Es una zona de la anatomía que mayores signos de envejecimiento presenta. Manchas y flacidez suelen ser las señales más evidentes, pero no sólo en lo visible se aprecia el paso del tiempo. Cada vez se tiene menos fuerza y detalles tan tontos como traer la compra o sostener en brazos a alguno de los nietos pueden convertirse en toda una odisea.

Por eso, además de para tonificarlos un poco, es importante realizar ejercicios específicos con los que mantener los brazos fuertes y saludables. Recuerda que estas recomendaciones deben contar siempre con un calentamiento previo y unos estiramientos finales para no dañar el músculo y que, en caso de dudas, lo recomendable es consultar a un experto que nos guíe y asesore para realizar los ejercicios de manera adecuada.

• Curl de bíceps con mancuernas ligeras: Puedes realizar este ejercicio de pie o sentada y, con los brazos extendidos y una mancuerna (o botella de agua) en cada mano, flexionar los codos y llevar las manos hacia los hombros. Realiza unas dos o tres series con doce repeticiones cada una, estarás ayudando a fortalecer el bíceps y mejorará tu fuerza a la hora de levantar objetos.

• Extensión de tríceps por encima de la cabeza: Para este ejercicio necesitas una mancuerna pequeña (o, de nuevo, una botella de agua) que tendrás que sujetar con ambas manos por encima de la cabeza y flexionar los codos hacia atrás y volver a extender los brazos. Realiza dos series de entre diez y doce repeticiones. Este ejercicio es ideal para tonificar la parte posterior del brazo y combatir la flacidez.
• Elevaciones laterales para hombros: De pie, con una mancuerna ligera en cada mano, eleva los brazos hacia los lados hasta la altura de los hombros y baja lentamente. Puedes hacer dos o tres series de diez repeticiones. Este ejercicio es ideal para fortalecer los hombros y mejorar la postura.

• Fondos de tríceps en una silla:  Con las manos apoyadas en el borde de una silla firme (de espaldas a la silla, claro) y las piernas ligeramente flexionadas, baja el cuerpo doblando los codos y sube. Mantén la espalda recta para evitar lesiones. Puedes realizar dos series de unas diez repeticiones. Este ejercicio nos auida a tonificar el tríceps y fortalecer el pecho.
• Flexiones de brazos apoyadas en la pared: De pie y frente a una pared, tienes que colocar las manos a la altura del pecho y flexionar los codos acercando el cuerpo a la pared. Empuja de nuevo hacia atrás y repite el proceso. Puedes realizar tres series de unas diez o quince repeticiones. Este ejercicio es bueno para fortalecer los pectorales y los brazos y mejorar la resistencia.

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