Lucía Bosé. Qué personalidad más deslumbrante. Qué fuerza, Qué adelantada a su tiempo. ¡Es la mamma italiana por antonomasia! Cómo brilla. Qué inteligente, sarcástica y guapísima es… Sí, pero…

Entonces, ¿por qué me cae tan requetemal? No busco que nadie me dé la razón, pero la encuentro prepotente, soberbia, no comprendo sus carcajadas extemporáneas cuando habla de temas que para el resto de las madres serían dolorosos, no me hace gracia la burla constante que hace de los demás y me desasosiega la falta de ternura, de empatía, de compasión, de generosidad que siempre desprenden sus palabras. Adulada por los periodistas, se cree por encima del bien y del mal. Los que tenemos una edad y memoria conocemos lo que hay detrás de su discurso: una mujer públicamente herida, despechada y presa de sus propios demonios. La verdad es que con su pelo azul y su risa cavernosa no sé si me da pena… o miedo.