Se tocaba la barriga, “yo estoy preñada… No me viene la regla… ¡pero seguimos con los trámites de adopción de todas formas!”, eso decía, nerviosa, Rocío Jurado mientras esperaba que la Junta de Andalucía y la Casa de la Madre de Colombia dieran el visto bueno a la adopción de su hijo. Un periodista de Cali me cuenta que “se hizo de una forma impecable, estuvieron viviendo en la casa de Cartagena de Indias que tenía Ortega Cano, primero se iban a quedar con un niño, pero después se les adjudicó la hermana ya que tenían medios para mantenerlos y ellos accedieron inmediatamente, ella estaba tan ilusionada como él.” Las sospechas de embarazo no se confirmaron y se trajeron a los dos niños a España.

Un íntimo de Rocío me confiesa que, “José Fernando siempre fue muy difícil, creo que tiene una severa enfermedad mental porque cuando está sereno es tan encantador como su hermana, Gloria Camila es la alegría de Jose, adora a su hermanito y se lleva correctamente con Ana María Aldón, que es muy buena persona, discreta y sencilla”. Le pregunto si, como me explican, pudiera ser que Ortega y Ana María se hubieran casado en secreto, “¡rotundamente no! han estado a punto tres veces y tienen los papeles preparados, pero ellos quieren casarse para formalizar su vinculo delante de Dios y de los hombres… Lo harán sin oropeles pero nos vamos a enterar todos”.