Me inquietaba que mi madre viera la portada

Una revista de los miércoles publica que atravieso una grave crisis de pareja. La publicación coincide con la promoción de mi función ‘Grandes éxitos’, así que no hay manera de que pueda escapar de la pregunta de rigor. A mis compañeros y a los que me siguen por aquí solo les puedo decir que no voy a negar la evidencia, pero que, por ahora, no estoy capacitado para compartir lo que me está sucediendo. Entiendo que la revista lo publique si tiene esa información y me parecería de muy mal gusto y de muy mal compañero desmentir algo que es verdad. Me enteré un día antes de que la publicación se iba a hacer eco, y lo que más me inquietaba era que mi madre viera la portada. Pero como ella es más lista que el hambre sabe que cuando yo me cierro en banda mejor no preguntarme, así que intercambiamos un par o tres de frases sobre el tema y se acabó.

El sábado la llamé al fijo para ver cómo iba de su gripe y quiso la casualidad que mi hermana mayor la llamara a su vez por el móvil para contarle cómo iba de su espalda. La pobre tuvo un contratiempo y se quedó rígida. El caso es que estaba yo hablando con mi madre y me dejó con la palabra en la boca durante varios minutos para interesarse por la espalda de mi hermana. Y debo reconocer que me dio rabia y le colgué. Al rato me llamó ella y le comuniqué mi malestar por preferir hablar con mi hermana “con lo que yo tengo encima” –estuve a punto de decirle–, pero opté por callarme y hablar de ‘Got Talent’ y de Ágatha Ruiz de la Prada, que esta noche se sienta en el ‘Deluxe’. Amenacé a mi madre con escribir lo ocurrido en este blog y ella ni se inmutó. Me encanta mi madre y sus circunstancias.