Actualizado a
Es una lianta con piel de cordero. Raquel despista porque detrás de su rotunda arquitectura se esconde una vocecita propia de una dulce contadora de cuentos pero en realidad la Mosquera maneja los designios de vidas propias y ajenas con singular maestría. No hace mucho vino al ‘Deluxe’ para hacerse la damisela ofendida porque se había enterado de que su novio, estando con ella, estaba en tratos con otra muchacha. Pero la tal muchacha, de nombre Ingrid, se presentó el viernes en el ‘Deluxe’ y con una candidez demoledora dejó al descubierto los tejemanejes de Raquel. Mosquera es muy mala actriz y cuando viene a un programa a soltarnos trolas habla sin parar para que nadie pueda cuestionar su historia. Así consigue que el tiempo corra a su favor y puede ir a cobrar el cheque sin haberse pringado demasiado. En esta ocasión, Raquel Mosquera ha estirado demasiado la cuerda de su credibilidad. Ahora mismo está tan rota como los virgos que reconstruía La Celestina. A ver cómo la arregla.