Julianne Moore (64 años) sobre sus cejas: “le he dicho a mi hija que ni se le ocurra tocárselas, es mi mejor consejo de belleza porque nunca vuelven a su estado”

No hay generación que no haya experimentado con sus cejas y el resultado haya sido pésimo. En los años 20, la necesidad de buscar una expresividad exagerada en las actrices del cine mudo, popularizó un modelo de cejas muy fino y arqueado. En los años 90, esta tendencia regresó con bastante fuerza, aunque en esta década se llevaban todavía más finas y arqueadas. Ambas tendencias se caracterizaban por hacer caso omiso a la forma natural de la propia ceja y despojar por completo de vellos la zona del arco superior del ojo. ¿El resultado? Mujeres descontentas con su rostro y con su imagen porque el exceso de depilación las llevó a perder de manera irreversible sus cejas naturales, su forma y el poder que éstas ejercían en su mirada.

Las cejas no sólo protegen nuestros ojos del sudor y de otros agentes externos, también son las responsables de darle forma a nuestra mirada. Actrices como Julianne Moore (64 años) tienen el consejo de belleza universal que todas las madres ha recomendado a sus hijas (aunque todas las hayamos ignorado en algún momento de nuestra vida. En una entrevista en la revista Vogue, la actriz hablaba sobre su rutina de belleza, sobre sus básicos indispensables o sobre cómo había aprendido a maquillarse en Hollywood pero, el verdadero consejo de belleza de Moore no es otro que el de “no tocarse las cejas porque luego nunca vuelven a su estado”.

“Mi hija tiene las cejas preciosas, le he dicho que ni se le ocurra tocárselas; es el mejor consejo de belleza que puedo darle”, cuenta la actriz, que ha experimentado en su propio rostro lo dramático que es meter la pata con las cejas. “Empecé a toquetear las mías en la adolescencia y me las dejaba fatal, pero me las dejé crecer para que volvieran a su estado natural. Luego llegaron los 90 y volví a quitarme pelos sin control, lo hice tantas veces, que mis cejas ya no son ni siquiera un recuerdo de lo que eran”, explica la actriz.

A pesar de los consejos de belleza, de lo que nos haya podido decir nuestra madre (quién no la recuerda cual Pepito Grillo persiguiéndonos para quitarnos la pinza de depilar) o de lo que recomiende la propia Julianne Moore, es más que probable que nuestras cejas cuenten, en el mejor de los casos, con alguna calvita de la que ya nunca saldrá un pelo. En el peor de los casos, puede que sea calvita se haya extendido por toda la ceja y que apenas tengamos un solo vello que enmarque nuestra mirada. Pero, tranquilas, para todo hay solución.

Micropigmentción y microblading, las técnicas menos invasivas para recuperar las cejas

No todas las cejas presentan la misma pérdida de vello. Algunas sólo presentan algunas calvitas o, simplemente, tienen una menor densidad porque el vello es muy fino y muy clarito. También puede ocurrir que la ceja haya perdido por completo su forma y que se quiera mantener de forma más prolongada en el tiempo. Para ello, hay dos técnicas bastante popularizadas, el microblading y la micropigmentación pero, ¿en qué consisten cada una? Almudena Villar Galiano, enfermera dermocosmética y fundadora y directora de la Clínica Barei nos da las claves.

• Microblading: “Se trata de una técnica semipermanente para diseñar y perfeccionar las cejas mediante la creación de pequeños trazos que simulan el pelo natural, adaptando la forma de la ceja a las necesidades de cada persona, explica la especialista". Una de las ventajas es que “ofrece un acabado muy natural y está recomendado para aquellas mujeres que hayan perdido densidad o busquen un diseño más definido”. Su duración es de 8 a 12 meses.
• Micropigmentación: “Este proceso es más profundo y duradero, porque el pigmento entra entre la dermis y la epidermis”, explica. Su efecto se asemeja al de un tatuaje y su efecto puede durar un par de años. “Es muy útil en caso de pérdida total de cejas debido a tratamientos médicos o por cicatrices y su acabado no es tan natural”, explica Almudena Villar Galiano.

Injerto de cejas, ¿es recomendable hacerlo?

Además de las técnicas de microblading o micropigmentación, existe una técnica quirúrgica que está cogiendo mucho peso en los últimos años. Hablamos del injerto de cejas y sobre él nos da las pautas la doctora María Caggiano, del Hospital Capilar.

“El injerto de cejas es un procedimiento estético que consiste en trasplantar unidades foliculares desde otra parte del cuerpo, generalmente de la región occipital más baja o el área detrás de las orejas, hacia las cejas, para reconstruirlas o aportarles una mayor densidad”, explica la doctora. Al igual que ocurre con el microblading y con la micropigmentación, el injerto de cejas planea una evaluación previa y un diseño. La diferencia es que, con el injerto de cejas se extraer folículos del área donante y se realizan incisiones en las cejas para luego insertar dichos folículos.

“Es importante hacerlo siguiendo la dirección natural del crecimiento del vello”, explica la doctora María Caggiano. En cuanto a la recomendación de este tratamiento, la doctora asegura que “es ideal para pacientes que han perdido vello en las cejas por diferentes causas, como cicatrices o quemaduras, depilación excesiva o enfermedades como la alopecia”.

A diferencia de las técnicas de microblading y micropigmentación, al ser una intervención quirúrgica, se recomienda un cuidado especial. “Aunque la recuperación es rápida, hay que tener un cuidado especial en las primeras semanas para que los injertos se asienten adecuadamente y crezcan sin problemas”, recomienda la doctora del Hospital Capilar. En cuanto a los resultados, “los efectos definitivos se obtienen sobre los 12 meses”.