Mirad bien la segunda foto que ilustra esta noticia porque al programa ‘Mucha Tela’ de Canal Sur le pareció que era el colmo de lo inoportuno. Amaia Salamanca colgaba en redes una instantánea hecha en el rodaje de ‘Tiempos de Guerra’, la nueva serie de Bambú en la que participa. Al verse con cara de cansada ironizó: “#laojeraesmia #tiemposdeguerra #tiemposdeojeras #ojerasdeguerra”. La televisión andaluza encontró que la actriz y madre de tres hijos, de tres, dos y menos de un año, no tiene motivos de qué quejarse y elaboró un vídeo en el que se pretendía poner de manifiesto que la vida de Salamanca es todo paz y serenidad.
En la pieza audiovisual se dicen cosas como esta: “Es que claro, compaginar anuncios en los que te tienes que poner, que si un biquini, un bañador, un triquini y luego la casa y los niños, pues es muy duro”, “la muchacha ya ha traído al mundo a tres retoños, pero Amaia no se queda en casa en casa ‘con sus labores’, no, ella se tira a la calle a trabajar como la que más”.Para que después Mar Vega, presentadora del espacio, asegurase que no le veía mala cara (en otra foto que no era en la que Amaia había colocado las etiquetas anteriormente nombradas). “A ver, ¿qué creen ustedes que provoca ese agobio?”, “tener una vida maravillosa y plena con hijos marido y vivir estupendamente ¡yo quiero ese agobio para mí! ¡Sin obligaciones!”, contestaba Déborah Serendipity, una de las colaboradoras del magacín. Después Mar trataba de explicar que la situación de la interprete es más estresante que la de otra persona en unas circunstancias parecidas (con hijos y trabajando muchas horas fuera de casa) porque los tres niños eran muy pequeños, recalcando que la mayor nació en 2014.
Sabemos que el programa solo trataba de ironizar con el perfil en redes de un famoso, un recurso muy empleado en la televisión actual, y crear así un vínculo de empatía con el espectador del show. Pero lo que se le ha criticado es que lo hicieran con poco tacto, banalizando una situación que no debe ser fácil: manejar un rodaje (muchas horas de trabajo, todas ellas fuera de casa), estudiar (rodar es una cosa, aprenderse un guión otra), sin descuidar a los niños, que aún ninguno va a la escuela.