El amor nos trastoca a todos. Pero a algunos, o a algunas, más que a otros. Ved si no la última ocurrencia que ha tenido Taylor Swift para sorprender a su novio, el Dj Calvin Harris: quiere regalarle un castillo en Escocia, según informa la revista OK!. Al parecer, se ha encaprichado de una propiedad situada en el condado de Perthshire, a una hora del aeropuerto de Edimburgo, que no está lejos del lugar de residencia de los padres de Calvin. ¿Querrá con esta compra hacerle la pelota a los suegros?

El castillo-mansión-fortaleza, conocido como The Tower of Lethendy, es un edificio del siglo XVI que ha sido completamente rehabilitado y acondicionado con todos los adelantos y comodidades del siglo XXI. La edificación principal tiene ocho habitaciones, siete baños, despacho, biblioteca y varios salones, pero la propiedad tiene, además, dos 'cottages' que pueden servir para albergar al servicio o como casitas de invitados.

Pero si el interior es coqueto, alegre y luminoso, el exterior es impresionante: tiene unos cuidadísimos jardines con una extensión superior a las 150 hectáreas, tiene piscina climatizada, dos pistas de tenis y su propio campo de golf de par 3. Que precisamente tenga campo de golf es uno de los grandes reclamos que las inmobiliarias de la zona utilizan para atraer compradores.

El precio, claro. Es el dato que nos faltaba: s7,2 millones de euros. Para cualquier hijo de vecino es una cantidad que tira para atrás, pero para Taylor Swift, que el año pasado se compró un apartamento en Tribeca (Nueva York) por 18 millones de euros, que un castillo le cueste 7 le parecerá una verdadera ganga.

No es la primera vez que Taylor Swift adquiere una propiedad cercana a donde viven los padres de su pareja. Ya hizo lo mismo cuando salió con Conor Kennedy: se compró una vivienda muy cerca de donde residían los Kennedy, algo que no gustó a la familia -ni a Conor, que se sintió agobiadísimo-, de modo que aquella relación se fue al garete a los tres meses de haber comenzado.