Hace apenas dos meses que Jessica Bueno se ha mudado a Solihull para acompañar a Jota Peleteiro en su nueva andadura en el Birmingham City Club y, aunque en las redes sociales son todo sonrisas, lo cierto es que hemos pillado a la ex de Kiko Rivera en un momento de bajón.
Hace apenas unos días que era Jessica la que contaba cómo estaba viviendo esta nueva etapa: “Me he adaptado muy bien, es como vivir en un cuento, la gente es muy cercana y es muy familiar todo. Yo me adapto muy bien a todo, desde el primer día conduje por el otro lado y con el traductor y con el GPS no hay quien me pare. Lo único que echo de menos es a mis padres, que no están cerca”.
Aunque su vida familiar es plena, ya que por fin ha llegado a un acuerdo con el hijo de Isabel de Pantoja y ha conseguido vivir con sus dos hijos y su marido, la vida social de la sevillana no es tan plena como desearía ya que por ahora no conoce a mucha gente ni ha hecho piña con las parejas de los compañeros de equipo de Jota.
En las fotos podemos ver a una abrigadísima Jessica haciendo algo tan cotidiano como ir al supermercado con un rictus mucho más serio del habitual. Establecerse en Reino Unido no ha sido fácil para Bueno ya que la negativa de Kiko Rivera a permitirle mudarse con su hijo Francisco fuera de España supuso que la modelo se tuviera que quedar viviendo sola con sus dos hijos en Bilbao durante más de un año, desde que Jota Peleteiro fue fichado por el Bredford.
Tras esta complicada etapa, en la que los padres de la andaluza se mudaron al País Vasco para ayudar a su hija con los dos niños, la alegría de Jessica fue infinita cuando por fin pudo poner rumbo a su nuevo destino y vivir con su marido y sus dos hijos por lo que nos ha dejado muy sorprendidos el semblante tan serio e incluso triste que le vemos en las fotos.