Lo que nunca te han contado de Operación Triunfo

A ojos de todos era evidente que Chenoa y Bisbal eran más que compañeros. Pero pocos saben que el equipo del programa fue testigo de lujo del primer encuentro sexual de la pareja. No les vieron –la pareja, prudente, eligió el lavabo de la academia– pero olvidaron quitarse los micrófonos. Lo oyeron todo. Fue entonces cuando el equipo les emparejó para cantar Escondidos. La pasión estaba asegurada.

La tensión sexual en la academia de ‘OT’ era incontrolable. Nos lo confirma alguien que lo vivió de cerca. “Sodoma y Gomorra”, así define el hogar que durante meses compartieron los ‘triunfitos’. Y por si alguien lo dudaba, la grabación de los documentales en los que los concursantes se han reencontrado han hecho resurgir todas aquellas pasiones. Al parecer, los ‘triunfitos’, lejos de las cámaras, se han dejado llevar.

Además de Chenoa y Bisbal, que dejaron de esconderse, hubo otras parejas que nunca quisieron que lo suyo, a pesar de que en algunos casos era más que evidente, trascendiera. Este fue el camino que eligieron Àlex Casademunt y Vero, que recientemente desvelaron su romance, y Bustamante y Gisela, que viajaron a Tallin para acompañar a Rosa en Eurovisión.

El reencuentro de los ‘triunfitos’ ha servido para confirmar que la relación de Bustamante y Bisbal es muy fría. Ni se han hablado. Algo que viene de lejos. Bustamante, que siempre sintió celos de Bisbal, ha culpado al almeriense de que su despegue a nivel internacional fracasara. El cántabro siente que el apoyo a Bisbal siempre fue mayor y restó fuerza a su carrera.

Fue siempre muy comentada la ‘debilidad’ que Nina sentía por Àlex Casademunt. Le expulsaron y ella, que logró que volvieran a readmitirle, se emocionó hablando de Àlex. Siempre valoró su paso por la academia de un modo muy especial. “El día que me fui me dio un papelito que decía: ‘Siempre me tendrás para lo que quieras. Nina”, ha contado Àlex. Años después actuó con ella en el musical ‘¡Mamma Mía!’.

Rosa y Geno eran las únicas solteras en la delegación española que viajó a Tallin y no desaprovecharon el tiempo. En la fiesta que se organizó tras el certamen, ambas congeniaron a la perfección con los musculosos y atractivos componentes del grupo One que representaba a Chipre. Meses después se volvieron a ver en España.

A Rosa le dejaron elegir los coristas que la acompañarían a Eurovisión. Los quería a todos, pero especialmente a Vero. “Elegí a Verónica como corista pero me dijeron que no”, ha revelado.