Omar Sánchez (32 años) ha viajado a Turquía junto a su novia Marina Ruiz (28 años). Lejos de ser un viaje de vacaciones, la razón por la que ha cogido un avión para ir allí es otra. El exmarido de Anabel Pantoja se ha sometido a un injerto capilar. Desde que llegó a Turquía, Omar está narrando todo el proceso que está siguiendo para someterse a este retoque con el que conseguir lucir más pelo. Desde su llegada a la clínica, pasando por el momento en el que le hicieron la intervención y hasta el resultado actual, el canario ha querido compartirlo todo con sus seguidores.

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Marina y Omar

En las imágenes que Omar Sánchez ha compartido en las últimas horas en Instagram, se puede ver cómo lleva los apósitos propios de este tipo de intervención, cómo tiene que dormir en una postura determinada debido a este retoque y cómo todavía hay que esperar a que le crezca el pelo. Aunque ya se ha sometido al injerto capilar, no será hasta dentro de un tiempo cuando se pueda ver el resultado final de esta intervención a la que se ha sometido. Intervención sobre la que ha dicho que “la verdad que súper bien, no me duele nada, no me he enterado”. Así que aunque parte del proceso sea incómodo, él ha presumido de no haberlo pasado mal en el momento del injerto.

Omar Sánchez

Omar Sánchez tras someterse al injerto capilar.

Instagram @omar_sancheze33

Marina Ruiz, junto a Omar Sánchez en Turquía

Omar Sánchez ha contado en todo momento con la compañía de su novia Marina Ruiz. La pareja se conoció durante su participación en la primera edición del reality ‘Pesadilla en el Paraíso’. Desde que ambos salieron de la granja, se han vuelto inseparables. Ambos viven ahora entre Madrid, Córdoba y Canarias, donde llevan a cabo sus compromisos profesionales y también disfrutan de tiempo de desconexión. Ahora, la pareja ha hecho su primer viaje fuera de España. Turquía ha sido el destino elegido para que Omar lleve a cabo este injerto de pelo. Pero ya que han tenido que ir hasta allí, están aprovechando el tiempo al máximo y también están haciendo turismo y disfrutando de la gastronomía del país. Una muestra más de que su relación va viento en popa.