Natasha Yarovenko: "No existe gente malvada, existe gente que ha sufrido"

Natasha Yarovenko
gtres

Su personaje podría ser la Sophia Loren del siglo XVIII. De hecho, para camuflar su acento eslavo, la actriz se ha convertido en la antecesora -napolitana también- de la protagonista de ‘Matrimonio all’Italiana’. Porque Natasha Yarovenko española, española no es. Nació en Odessa, en Crimea. Tiene pasaporte ucraniano. Y aunque no habla de política, sí de sus recuerdos. De lo que sufrió de niña por los desmanes del gobierno soviético en su momento. Ahora vive en Barcelona y es una de las actrices más bellas del cine español. Será una de las dos mujeres por las que se debatirá Diego Alatriste y Tenorio, o lo que es lo mismo, Aitor Luna en ‘Las aventuras del Capitán Alatriste’, la nueva apuesta de ficción de Telecinco que, por fin, se estrena en enero y en la que, además de ser una gran diva, va a ser una gran malvada. Yarovenko la justifica porque dice que su María de Castro tiene mucho dolor dentro, pero perrerías va a hacer muchas. La actriz se las perdona porque la interpretación, confiesa, le ha dado entre otras cosas, capacidad para entender, comprender y personar. “Entiendo a las personas. Lo bueno y lo malo que hacen”.

 

¿Cómo es María de Castro?

Es una maravilla de personaje porque no tiene nada en común conmigo. He tenido que investigar mucho, no te creas. Es la primera vez que grabo época, para mí era muy interesante profundizar y entender las condiciones en las que vivían entonces para entender el comportamiento de María, sus decisiones, el motor que la mueve por la vida.

 

Es una gran dama del teatro, ¿no?

Sí. En una época muy difícil. Es verdad que era el Siglo de Oro y la cultura está en todo su apogeo, pero es mujer. Y eso es distinto. Mi personaje es muy fuerte y muy valiente. Eso también le supone correr un peligro, sobre todo, porque entonces la línea que separaba vida y muerte era muy sutil. También es una mujer muy ambiciosa. Y su relación con Alatriste es de un deseo incontrolable. Una pasión en la que ni uno de los puede renunciar ni tampoco ceder. Ella también tiene unos objetivos y utiliza sus armas de mujer para conseguirlos. Todo se podría resumir en que es una leona social.

 

Entiendo que tú y ella no tenéis nada que ver.

Somos actrices, nada más. ¿Sabes lo que hago para confeccionar un personaje?

 

No, cuéntame…

Siempre me preparo su pasado. Lo que creo que fue. Y lo escribo. Y al escribirlo pasa a mi memoria y comienza a formar parte de mí.

 

¿Y qué le escribiste a éste?

Todos esos traumas que debía de tener para actuar de la manera en que lo hace. No existe gente malvada, existe gente que ha sufrido. Si se comporta de una manera injusta es porque tiene mucho dolor dentro. Y ese es el porqué de que le falte el amor. Todo empieza desde ahí.

 

Ahora, no te parece tan mala o ¿qué?

Es que es verdad: no hay gente malvada. Los actores cada vez que tenemos que afrontar un personaje negativo tenemos que justificar ese comportamiento y así, ves su porqué. Y te digo más, cuando ves ese porqué amas al personaje. Por eso me gusta esta profesión: aprendes a querer a la gente. Sea como sea. Entiendes por qué hacen cosas buenas. Pero también las malas. Y eso te ayuda como persona.

 

¿La interpretación te ha hecho más comprensiva como persona?

Bueno... Yo he trabajado mucho a nivel espiritual. Han pasado cosas en mi vida... Yo vengo de otro país. He vivido todo lo que sucedió en mi país... Era una niña, pero lo capté todo.

 

Los niños siempre lo captan todo

Sí. Son más sensoriales y más emotivos. Ahora, más mayor, lo entiendo. Entiendo que hubo varias generaciones fracasadas por culpa del Gobierno. Me considero una persona feliz pero me han sucedido cosas trágicas y muy trágicas en mi vida que me han hecho pensar en que la vida tal y como la veía era una castillo de arena. Desde muy niña me empecé a preguntar por el por qué del sufrimiento, el por qué de las cosas, por el por qué de cómo funcionan... O sea, las preguntas fundamentales que se hace todo el mundo y...

 

¿Te respondiste?

Me he respondido. Sí. Hice mucho trabajo. Mucho yoga. Mucha meditación. Prácticas de sanación, de liberación de energías... me apasionan esos temas. He llegado a encerrarme muchos días para trabajar sola sobre mi conciencia y tuve experiencias que me facilitaron encontrarme y a entenderme y, sí, conseguí la paz.

 

Me alegro

Pero es un trabajo que nunca termina, ¿eh? Lo bueno es que tengo pasión.

 

Hablando de pasión, ¿Por Aitor Luna?

Es estupendo (risas). Es un gran profesional. Y con él he conseguido una confianza total. No hay filtro entre nosotros. En muchas escenas, al mirarnos a los ojos, ha saltado la chispa y ha aparecido la magia. Como si la energía se hubiera hecho sólida.

 

¡Pero bueno!

Nooooo, para nada. No ha pasado nada

 

¿Te había sucedido alguna vez eso mismo?

Sí. Con Elena Anaya.

 

Imagino que recitando los versos del Siglo de Oro, no

(risas) Cuando hice el cásting estaba claro que era la exótica. Pero, al día siguiente, cuando me llamaron para darme el papel, sólo hubo una cosa ante la que tenían dudas, y era eso: mi acento. Así que hablaron con Pérez Reverte y dijeron que bueno, que podría pasar por italiana. Así que así es. Soy de Nápoles.

 

La Sophia Loren del siglo XVIII

Dicen que casi tengo sus ojos. 

Loading...