El actor Sean Connery ha fallecido hoy sábado, según informó la familia a la BBC. Sean Connery tenía 90 años y, por el momento, no han trascendido las causas de su muerte.

Sean Connery saltó a la fama en los años 60 en el papel de James Bond, personaje que interpretó en siete películas, 'Doctor No' (1962), 'Desde Rusia con amor' (1963), 'Goldfinger' (1964), 'Operación Trueno' (1965), 'Solo se vive dos veces' (1967), 'Diamantes para la eternidad' (1971) y 'Nunca digas nunca jamás' (1983). Tras él, se pusieron en la piel del agente 007 Roger Moore, Pierce Brosnan, Timothy Dalton y Daniel Craig.

Sean Connery y Úrsula Andrews

Sean Connery y Úrsula Andrews protagonizaron 'Doctor No', en 1962.

Cordon

Su carrera cinematográfica no solo se ciñó a dar vida al personaje creado por Ian Fleming en 1952, también protagonizó películas como 'El nombre de la rosa', 'La roca', o 'Los intocables de Eliott Ness', por la que recibió un Oscar al mejor actor de reparto.

Nacido en Edimburgo, Escocia, el 25 de agosto de 1930, en el seno de una familia muy humilde –su padre era camionero y su madre limpiadora–, por lo que tuvo que empezar a trabajar como repartidor de leche, con tan solo 13 años, para ayudar a su familia. Con 15 años ingresó en la Marina, pero lo dejó cuatro años después. Su atractivo físico era innegable, por lo que en 1953 participó en la elección de Míster Universo en Londres y allí un director de teatro le ofreció trabajo. Poco a poco fue haciéndose un nombre en la televisión y el cine, hasta que llegó el personaje que le daría dinero y fama mundial: el agente secreto al servicio de la reina con licencia para matar.

Durante años fue considerado como 'el hombre vivo más sexy del mundo' o 'El hombre más sexy del siglo', pero lo cierto es que fue un hombre que solo tuvo dos mujeres en su vida. Su primera mujer, Diane Cilento, con la que tuvo un hijo, lo acusó de malos tratos y se separaron tras once años de matrimonio. Después, en 1975, se casó con la pintora Micheline Roquebrune, con la que permaneció unido hasta su muerte.

Gran aficionado al golf, pasó largas temporadas en Marbella, hasta que una recalificación irregular de los terrenos donde se alzaba su residencia, por la que fue imputado, enfadó tanto al actor que abandonó para siempre la Costa del Sol.