Mucha hambre y pérdidas de peso: la comentada distribución de comida en 'Supervivientes 2023'

Cuando 'Supervivientes 2023' ha llegado al ecuador de su edición, y tras conocer las distintas pérdidas de peso de los expulsados, la atención de la audiencia se posa sobre la distribución de comida de los concursantes

Adara Molinero rompe a llorar en 'Supervivientes 2023'

Telecinco

Glòria Fernández

Redactora de Lecturas.com

26 de abril de 2023, 21:54

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Adara Molinero (30 años), llorando a lágrima vida, de pura ansia, por no poder llevarse un pedazo de comida a la boca es una de las imágenes que van a perdurar en la retina del espectador de 'Supervivientes 2023'. También la diferencia abismal entre la pérdida de kilos de Raquel Mosquera (53 años) y Katerina Safarova (23 años). Sin contar aspectos genéticos y biológicos concretos de cada uno de los concursantes, lo cierto es que la distribución de la comida en el reality se ha convertido en un tema recurrente en el debate en redes sociales, donde la audiencia soberana salva o tira a la hoguera a los participantes, en función de las pasiones y aversiones que les generan.

La distribución y el reparto de comida en 'Supervivientes', a debate

Porque la audiencia es soberana sí, pero no ciega. Si bien existe una íntima y estricta relación de esta repartición de alimentos con las pruebas y las sanciones si se saltan las reglas, lo cierto es que en cada edición siempre hay un perfil de famoso que pasa por Honduras sin vivir el infierno que los supera a todos, más allá de las inclemencias del tiempo, las picaduras de los insectos y las tensiones en la convivencia. Ese mundo de tinieblas en medio de la luminosidad y las playas paradisíacas de Los Cayos es el hambre insoportable.

Pasar o no las pruebas puede suponer saborear el cielo o el infierno en 'Supervivientes'

Mediaset

Cuando los cocos, las lapas y la bebida isotónica ya no sacia, el estómago más vacío y los mareos, llevan a los concursantes a la desesperación. Pero también a agudizar el ingenio para conseguir más comida en secreto. Es la lucha por la superviviencia, de estar más fuerte que el adversario en las pruebas. Un riesgo que se traduce a veces en solo una pequeña ventaja, que parece de lo más trascendental a sus ojos cuando, sin relojes, el tiempo y ocuparlo pierden todo el sentido.

Traiciones, robos de comida y sanciones disciplinarias

"No es justo, no estoy de acuerdo. No hay más que ver su cuerpo y el mío, estoy en las reservas, no me quedan. No es tanto como el trozo de la tortilla, es que me echen por tierra mi trabajo. Yo pesco, hago supervivencia. Yo valgo como superviviente y no voy a dejar que me minen", eran las palabras de Adara hace una semanas cuando, totalmente vencida por el hambre y la frustración, se quejaba de que sus compañeros decidieran que le correspondía el trozo de tortilla más pequeño en una prueba. Finalmente, al no ponerse de acuerdo, ninguno comió.

Adara alzó la voz cuando sus compañeros le querían dar el trozo más pequeño de comida

Telecinco

Una cazuela con comida... para dominarlos a todos

El rol de cocinero dentro de los grupos también es importante. Suele ser el papel que genera más tensiones, también el que protagoniza alguna de las peleas más fuertes en cada edición. Y es que, como asegura el dicho, quien reparte se lleva la mejor parte. Yaiza, pareja de Ginés Corregüela, y Arelys Ramos daban un espectáculo bochornoso hace unos días por la manera diferente que tenían de cocinar los cocos. Un 'enganchón' en el que terminaron llegando a las manos, derivando en una sanción disciplinar nominándolas de manera automática.

Precisamente, Adara se ha llevado un buen disgusto esta semana, porque no la han dejado cocinar después de que quemara el arroz. Los fallos, las pruebas que se pierden, así como que hay compañeros de grupo que consiguen raciones más abundantes, está haciendo mella en el ánimo de todos. En las últimas imágenes llegadas desde Honduras, también se vio cómo Asraf pedía cocinar cangrejos, porque se corría el peligro de que se estropearan. Sin embargo, Alma Bollo se negaba en redondo. El novio de Isa, Adara y otro compañero decidían irse a dormir, y se especulaba que se lo habían comido el resto aprovechando el momento. Sin embargo, el reality ha mostrado las imágenes de los cangrejos escapándose.

Las características de las ubicaciones, clave para vivir o no el infierno sin comida

Pero si existe un condicionante que marca la distribución y el reparto de comida son los grupos. De Playa Fatal y Playa Royale, los concursantes pasaban a estar divididos en Cayo Paloma y Cabeza de León, además de la Playa de los Olvidados. En todos los casos, la diferencia de condiciones y recursos es abismal, como Fatal y Royale, indican por ejemplo. Las otras dos localizaciones son conocidas por la audiencia y sus características no dejan lugar a dudas. Mientras que en Cayo Paloma, "hay poca madera y cuesta más pescar, pero es una lengua de arena blanca y con muchos cocos", Cabeza de León cuenta con una playa con más recursos, aunque es más incómoda para el día a día en el concurso.

Katerina solo perdió un kilo tras un mes en Honduras, y Ion Aramendi tenía las sospechas de que había comido más que el resto

Telecinco

Todo suma, y el resumen perfecto de la aventura y el camino que recorre cada famoso queda reflejado en el número que marca la báscula cuando acaba la experiencia. Sergio Garrido ha llegado a perder 13 kilos. Raquel Mosquera alucinaba con sus 10 kilos y medio menos. Igual que Arelys, rozando el siete. Números dentro de lo normal, después de tantas ediciones, pero que nunca te preparan para Katerina, que solo había bajado un kilo. Un detalle que ha llevado a pensar a Ion Aramendi que la modelo habría estado robando comida desde hacía bastante tiempo. Una conducta recurrente cada año del concurso y que ha llegado a saldarse con medidas disciplinarias.

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