Laura Matamoros ha estado en California, Estados Unidos, donde ha sido invitada por varias marcas para asistir a uno de los festivales que son mucho más que música en directo, Coachella. Hasta allí ha viajado con su novio, Daniel Illescas, con quien cada vez comparte más eventos y trabajo. Porque, como siempre decimos, todos estos viajes forman parte del trabajo de la pareja de influencers, que viven de promocionar firmas y eso les lleva, en ocasiones, a recorrer el mundo. Y esto, muchas personas no lo entienden y se lo echan en cara de la peor manera, eso sí ¡ella sabe bien como responderles!

5 /4
1 / 4

Incomprendida

Detrás de cada viaje se esconde una acción publicitaria, un trabajo. Una firma que la contrata para que hable de las bonades de su producto, de las increíbles ventajas de volar con su agencia o códigos de descuento que pagan las facturas de su casa. Está claro que el trabajo de los y las influencers aún no está muy claro y no pocos creen que estos se pasan la vida de vacaciones.

2 / 4

Su trabajo la obliga a estar lejos

Laura ha confesado que lo que peor lleva de la separación del padre de su hijo es estar lejos del bebé, que el próximo mes cumplirá su primer año de vida. Matías se ha convertido en su mayor prioridad y lo pasa realmente mal cuando tiene que separarse del niño. 

3 / 4

Muy unidos

 “Mi mitad”, publicó desde Coachella, donde también ha sido invitado Daniel. La pareja, que empezó a salir en febrero, aunque se conocían desde antes debido a que comparten agencia de representación, se han convertido en inseparables y, aunque una está instalada en Madrid y el otro en Barcelona, tratan de estar siempre cerca. Afortunadamente, su trabajo así se lo permite

4 / 4

Laura calla bocas

En esta foto, una seguidora le ha dejado caer lo siguiente: “Pobre Matías… qué poco ve a su mamá”, a lo que ella ha querido responder de manera contundente “qué poco sabes”, le ha recordado, dejando claro que ella, en redes, solo muestra una parte de su vida, por lo que es muy fácil opinar solo viendo una foto, pero sin saber la historia que se esconde detrás.