Las transformaciones más asombrosas del cine

El último en dejarnos picuetos con su transformación física para un papel ha sido el marido de Elsa Pataky, que da vida a un náufrago en su última película. Nada que ver con el aspecto de buenorro sanote al que nos tiene acostumbrados. Para conseguirlo redujo su dieta a 500 calorías diarias (lo mínimo para un hombre de sus características físicas es 3 mil).

La actriz escocesa nos dejó con la boca abierta con su transformación en 'Y de repente tú'. Tilda es famosa por su capacidad camaleónica (su look andrógino ayuda a que quede bien en cualquier papel) pero nunca nos la habríamos imaginado como una editora de revista pija y resabiada. Y lo hace de maravilla.

Los dos estuvieron nominados al Oscar por su interpretación en la película y los dos se llevaron la estatuilla a casa. Tanto Leto como McCounaghey sorprendieron con su espectacular cambio: el primero con su papel de transexual entrañable y el segundo dando vida al personaje de Ron Woodroof, para cuyo papel tuvo que perder 20 quilos.

Una de las mujeres más bellas del mundo se convirtió en un auténtico monstruo en la pantalla. Si eso no es compromiso con el trabajo, que baje Dios y lo vea. El esfuerzo que hizo Charlize Theron para dar vida a una asesina en serie en 'Monster' tuvo su recompensa, porque le dieron el Oscar a la mejor actriz.

Antes de transformarse la cara, Renée Zellwegger ganó fama por su transformación en la pizpireta Bridget Jones, la reina del 'chick lit' que creó Helen Fielding. Para dar vida a la treintañera más desastrosa del cine Renée tuvo que ganar 30 quilos. Normal, ya que daba vida a una mujer que se alimentaba de cigarros, vodka y comida basura.

Tom Cruise no es digamos una persona que proyecte tener mucha capacidad para reírse de sí mismo, por eso sorprendió su participación en 'Tropic Thunder', una comedia loquísima que se reía del cine bélico para la que se dejó transformar de forma irreconocible.

Si buscamos 'naturalidad' en el diccionario seguro que nunca encontraremos una foto de Mariah Carey. Pero en 'Precious' pudimos ver que hay debajo de los tres quintales de maquillaje, las mechas doradas, las pieles y el glamour que la cantante siempre quiere proyectar. Allí Mariah se ponía a la altura y se dejó hacer para dar una asistenta social y parecer un ser humano normal más.

Pero si hay un actor que ha destacado por ser camaleónico por encima del resto, ese ha sido Robert de Niro, que durante toda su carrera nunca ha tenido miedo a ningún papel ni a las circunstancias necesarias para darle vida. La transformación más llamativa fue, quizá, la de 'Toro Salvaje', en la que da vida a un boxeador que pasa por todo el proceso de éxito y caída del mito. El físico del actor también reflejó la trayectoria del personaje.