¿Todo le va a pasar a ella? Sí, porque ella es Kim Kardashian y tiene una especie de imán para esta clase de situaciones, bien sean provocadas por ella, bien lleguen a su vida por sorpresa. En esta ocasión, se trata de la última opción.

Os ponemos en situación, Kim se encontraba en un hotel de Cannes, donde ha viajado por motivos de trabajo para representar a una firma, y ahí ocurrió el incidente. Eran las 4 de la mañana del miércoles 24, ella se encontraba durmiendo plácidamente en su hospedaje de súper lujo y un fuerte ruido la sobresaltó. Se trataba de una mujer borracha, casi desnuda, que trataba de entrar en su habitación, confundida, creyendo que esa era la suya. La protagonista de la anécdota estaba intentando usar su tarjeta de crédito (‘Amex’, American Express) como llave electrónica, lo cual, como imaginaréis, no funcionó y solo consiguió soliviantar a esta Kardashian que hasta tuvo tiempo para grabar un vídeo, “ hice un vídeo de ella para recordarme por qué nunca he tolerado bien beber tanto! No lo subiré, pero es divertido!”. Sí, mejor, no creemos que a la chica le vaya a hacer mucha gracia verse retuiteada hasta la nausea, como recordatorio de aquella noche en la que se le fue la mano con el champán.

Una ‘sopresita’ de este calibre seguro que no le hizo ninguna gracia a Kim, que está embarazada y necesita descansar más que nunca. Si a esto le sumamos el jet-lag que debía tener (el domingo estaba en Los Ángeles celebrando el Día del Padre con Caitlyn Jenner), formamos un potente cóctel de mala sombra con el que no nos gustaría toparnos… Bien pensado, lo mejor que le pudo pasar a esta mujer fue que Kim le grabara un vídeo, porque se la podía haber liado pardísima.

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