Kiko Hernández desenmascara a Chelo García-Cortés en ‘Sálvame’

El colaborador ha recibido una impactante imagen de su compañera que demuestra que Chelo les ha estado tomando el pelo todo este tiempo

9 de agosto de 2018, 09:58

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¡Pillada! Pero, ¡pillada máxima! Lo que le ha pasado a Chelo García-Cortés no se lo podemos desear a nadie. La colaboradora ha sido víctima de un paparazzi improvisado que ha conseguido desmontar toda la estructura que había creado con su brazo en cabestrillo. Tras la aparatosa caída que sufrió, Chelo no se ha despegado del cabestrillo en ningún momento… O eso pensábamos todos. ¡Ahora resulta que se lo quita para ir en avión! Y no solo eso. ¡Es que va tan tranquila con el brazo tieso como si nada! Pero bueno, de esta no hay quien la salve…

Kiko Hernández tenía un bombazo que nadie podía augurar. En la sección del club del espectador, Chelo se dedicaba a responderle a una señora que había llamado interesándose sobre su brazo y las secuelas del accidente. “Siento decirle que me duele”, aseguraba la colaboradora. “Y si me apoyo es por comodidad”. Tan tranquila estaba que no podía ni imaginar que su historia acabaría dando un giro radical. Pobre Chelo.

“Me han aconsejado que empiece a desprenderme del cabestrillo”, explicaba con serenidad. “Tengo que empezar a recuperar la musculatura”. Kiko Hernández, sabedor de todo, incidía en este aspecto. “¿Tú me aseguras que fuera de esos espacios de rehabilitación llevas el cabestrillo?”. Chelo asentía con firmeza. Un… Dos… Tres… ¡BOMBA! “¡No es cierto!”, exclamaba el colaborador puesto en pie. “Chelo García-Cortés se pone el cabestrillo para venir a Sálvame pero cuando sale de Mediaset, ¿qué hace Chelo?”. Entonces, mostraba una fotografía a cámara.

Allí podíamos ver a Chelo tan tranquila en el aeropuerto, con un porta trajes en el brazo izquierdo y el brazo derecho sin cabestrillo ni nada. El plato se venía abajo. Nadie podía contener la risa al ver la foto de Chelo. “¡Las azafatas de este programa arrastrando las maletas porque no puede llevarlas!”, continuaba Kiko Hernández. “Tienes que explicarlo muy bien porque te ayudamos a hacer pis, a vestirte…”, le apuntaba Carlota Corredera.

Chelo daba la peor explicación posible. “Me había tocado un asiento de emergencia y no puedo ir con cabestrillo”. ¿CÓMO? ¡Pero si en una salida de emergencia de un avión solo pueden ir personas en perfectas condiciones físicas! “¿Cómo eres tan inconsciente? Pusiste en peligro a todo el pasaje”. Nadie podía creer lo que estaba contando. “Creo que es mejor que aguantes el chorreo a decir que le has mentido a la compañía y a la azafata o azafato”, le aconsejaba Carlota.

Chelo reconocía que sí, que había mentido, y se quedaba tan tranquila. Desde luego, así no. Por comodidad no puedes poner en peligro a todos los demás.

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