La hospitalización de Isabel Pantoja ha llegado a su fin. Se acabó pernoctar en la clínica Infanta Luisa, y ahora le tocará hacerlo en la cárcel de Alcalá de Guadaíra, el centro penitenciario en el que cumple condena por blanqueo de capitales.
Su ingreso se ha producido este lunes, un día antes de que el juez tuviera que volver a concederle un permiso extraordinario para continuar siendo tratada de la nefropatía diabética con la que ingresó tras su segundo permiso carcelario. Este regreso se ha producido cuando la salud de Isabel ha mejorado, y los médicos han valorado que, a partir de ahora, la enferma puede seguir con el tratamiento desde prisión, como se dispuso desde un primer momento.
La cantante habría puesto rumbo a la cárcel esta mañana, y, según informa Vanitatis, quienes la han visto no han podido obviar lo “desmejorada” que esta se veía. Y no es para menos, 20 días hospitalizada, acaba con el buen aspecto con el que la habíamos visto en sus dos salidas.
A primera hora de la mañana del lunes ha sido dada de alta. En torno a eso de las ocho de la mañana, la tonadillera ha sido conducida hasta el penal femenino por su hermano Agustín, la persona que no se ha separado de su lado en todo este tiempo, y que se ha encargado de recogerla y de llevarla a la prisión en cada uno de los permisos. Los encargados de confirmar que Pantoja ya había regresado a la cárcel ha sido los miembros del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, quienes han enviado un comunicado a través del cual han dejado constancia del ingreso de la tonadillera.
Y como cada cosa que hace Isabel está impregnada de polémica, su ingreso viene marcado por la supuesta disconformidad de los médicos a darle el alta. Según lo que Antonio Rossi ha contado a ‘El Programa del Verano’ ha sido la dirección la que ha obligado a los especialistas que la han tratado todo este tiempo a firmar el alta de la paciente. El centro niega de manera tajante que esto se haya producido de esta manera.