La Audiencia Provincial de Málaga ha concedido a Isabel Pantoja el tercer grado. A partir de ahora, la tonadillera podrá hacer una vida en semilibertad con su familia, volver al trabajo y tan solo deberá dormir en la cárcel o en un centro de reinserción que ella elija durante los 5 días laborables de la semana (de lunes a viernes), el fin de semana, por suerte, podrá pasarlo en su casa.

Esta concesión supone un verdadero triunfo para Pantoja y los suyos, que llevaban peleando por este régimen desde hacía meses. La primera buena noticia llegó hace unos días cuando supimos que la fiscalía, que siempre se había opuesto, daba el visto bueno a que recibiera el tercer grado, dado que estaba arrepentida, había asumido el error por el que se la encarceló (blanqueo de capitales), estaba haciendo frente a la multa impuesta y, además, tenía ofertas de trabajo que la esperaban fuera de cárcel, algo que suele ser definitorio para obtener la semilibertad.

Isabel, con su año y dos semanas en la cárcel, ha cumplido la mitad de la condena impuesta por el juez. La artista hizo su entrada en la prisión de Alcalá de Guadaíra el 21 de noviembre del 2014 y ahí habrá pasado algunos de los meses más difíciles de su vida. Además, vivió las Navidades encarcelada y no pudo disfrutar de la compañía de los suyos mas que en visitas concertadas. Ahora todo será diferente. Este año se comerán los turrones en Cantora Isabel y su familia al completo, Agustín, sus hijos con sus parejas, sus nietos (habrá que ver si está Francisquito o si ya ha nacido la pequeña Ana), su madre… Cantora volverá a llenarse de júbilo porque, ahora sí, hay mucho por lo que celebrar.

Isabel tendrá que escoger un centro de reinserción donde acudirá cada noche a dormir, salvo los fines de semana, que puede que los aproveche para hacer bolos y conciertos. El resto del tiempo lo dedicará a estar fuera, a ponerse al día en sus asuntos, recuperar su entrenamiento vocal y a prepararse para su vuelta al mundo del espectáculo, que es de lo más esperada.

Puede que, si llega a un pacto con la audiencia, Isabel pueda hacer como Ortega Cano, también disfrutando del tercer grado, y que no duerme cada noche en un centro, sino que gracias a la pulsera telemática tienen control de él y de su localización. Así cumple condena desde casa, una opción que seguro que barajan los abogados de Pantoja.