Entramos por primera vez en el nuevo chalet de Bibiana Fernández a las afueras de Madrid: de estilo ecléctico y con su sello personal en cada rincón

En general, el nuevo chalet de Bibiana destaca por estar rodeado de mucha naturaleza y vegetación frondosa. De hecho, este verde está presente incluso en la propia entrada de la casa, a la cual se llega por un camino de piedras con setos y arbustos, algunos de ellos con flores, a cada uno de sus laterales. 

Bibiana Fernández y Rossy de Palma tienen una bonita amistad desde hace años. Tal es el cariño que se tienen, que la colaboradora de televisión tiene en la mesa auxiliar de mármol del recibidor de su nueva casa un florero con la cara de Rossy, en negro y con sutiles toques de rojo.

Este florero lo tiene decorado con flores de colores y está acompañado por dos espejos de estilo vintage, ambos con marcos dorados, pero con diferente diseño y tamaño: el más grande es rectangular, y el más pequeño con forma de sol.

En alguna que otra ocasión, Bibiana ha confesado ser una amante del diseño de interiores y con las decoraciones de sus casas siempre lo ha demostrado. En el caso de su salón, ha jugado mucho con las tonalidades de para triplicar la luz que ya le entra por sus grandes ventanales. El color predominante es el blanco, lo vemos principalmente en las paredes, en el sofá y en otros detalles como la lámpara de sobremesa o en la alfombra, color que aumenta la luminosidad de la estancia y su elegancia.

En esta estancia Bibiana también tiene una mesa de centro de cristal y estructura plateada, una alfombra con estampado geométrico en blanco y negro y algunas plantas. Además, desde el salón también se puede acceder al jardín a través de unas puertas correderas de cristal.

En cuanto hemos visto el comedor de la nueva vivienda de Bibiana, nos hemos dado cuenta que, como en su anterior casa, vuelve a destacar por una auténtica explosión de estilos. Incluso, algunas de sus piezas de mobiliario, como los dos aparadores de estilo vintage, se los ha traído en la mudanza.

Muchas de las piezas de este comedor nos trasladan a otra época y es una estancia que está llena de recuerdos y piezas singulares, como su colección de huevos decorativos con inscripciones tribales que tiene en la estantería gris oscuro de la pared del fondo.

Sobre su suelo de parqué de madera clara, recae una mesa de cristal acompañada por 6 sillas modelo Tulip, diseñadas por el arquitecto y diseñador Eero Saarinen. Del diseño de estas sillas, añadir que son giratorias, tienen reposabrazos y una base de aluminio. Son de color negro y tienen cojines rojos en sus asientos.

Bibiana ya tenía montado un rinconcito parecido en su antigua casa, aunque ahora ha variado un poco su decoración. Sigue manteniendo el aparador de madera de estilo mid-century y el sillón tapizado en rojo de estética moderna, pero ha acompañado algunos elementos.

Ahora, ha colocado un precioso espejo de cristal redondo con forma de sol y marco dorado en la pared de arriba del aparador y sobre la superficie de este ahora vemos dos figuras de flamencos doradas. Detrás del sillón rojo una planta parecida a una palmera interior se deja ver tímidamente.

Donde haya un rinconcito libre, allá va Bibiana con todo su arte a decorarlo para que brille toda su esencia. Esta vez, se trata de una zona de trabajo situada en la planta superior, cuya pared ha pintado en un bonito y llamativo color verde y donde ha colgado algunas figuras de flores. Aquí ha puesto un escritorio de madera antiguo y lo ha decorado con libros un varias figuras de estilo étnico.

La última zona de la casa que hasta el momento ha enseñado Bibiana en sus redes sociales ha sido su enorme jardín, en el que por supuesto no falta una gran piscina y varias zonas donde tomar el sol. Desde esta perspectiva, se ve perfectamente la sierra de Madrid al fondo.