Ayer noche, a las doce, la abdicación de don Juan Carlos se hizo efectiva. Dejó de ser Rey, para convertirse su hijo, Felipe VI, en el nuevo monarca.

Tras 39 años de reinado, Juan Carlos I deja paso a una nueva generación que traerá ese impulso que la monarquía española tanto necesita. No llega Felipe en un buen momento. Al igual que su padre, cuando recibió la corona, lo hizo en una España convulsa, Felipe lo hace en otra muy diferente, más que convulsa, desilusionada. Con una baja moral hacia sus dirigentes por los casos de corrupción que han visto cómo se empañaba la confianza de todo un pueblo en sus instituciones.

ceremonia de Abdicación

Durante la ceremonia de abdicación, don Juan Carlos ha estado en todo momento con gesto sereno y calmado. Tras la lectura de la Ley Orgánica que promulgaba su abdicación, el todavía Rey se ha acercado a la mesa ubicada en la sala de las Columnas del Palacio Real y ha estampado su firma. Tras la suya, le ha seguido la de Mariano Rajoy, puesto que el presidente del Gobierno debía refrendar la ley. De este modo la quedaba sancionada la abdicación de don Juan Carlos.

En la ceremonia han estado presentes los presidentes autonómicos invitados, además de los ex presidentes del Gobierno, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. Ante ellos, y colocados en este orden, la reina doña Sofía, el Rey, el Príncipe Felipe y Letizia; y en otra bancada, Leonor, Sofía y la infanta Elena.

ceremonia de Abdicación
ceremonia de Abdicación

Mientras que el Rey era todo serenidad, Felipe se mostraba feliz, sonriendo cómplicemente a sus hijas, que estaban muy atentas a lo que estaba ocurriendo. No les quitaba la vista de encima su madre, preocupada en todo momento de que las niñas se comportaran como se esperaba de ellas.

Hemos podido ver a una Letizia que repetía vestido. En concreto se trataba de una creación de seda de Felipe Varela que la princesa ya lució en este año en el almuerzo con la Premio Cervantes, Elena Poniatowska. Las niñas llevaban dos vestiditos de Nanos muy primaverales y románticos en crema para Leonor, y en rosa para Sofía.

La anécdota del acto la han protagonizado don Juan Carlos y Leonor, cuando, esta, al ir a darle un beso a su abuelo al final del acto, ha hecho que el monarca perdiera la estabilidad y cayera desplomado al asiento.

ceremonia de Abdicación

ceremonia de Abdicación

Ha sido una ceremonia llena de simbología. El momento más emocionante se ha producido cuando el Rey ha terminado de firmar y se ha acercado a estrechar la mano de su hijo, al que además ha abrazado y besado, y con el que ha intercambiado su asiento de manera muy sutil, cediéndole ahora a él todo el protagonismo.

Don Juan Carlos ha sido despedido con una larga ovación, aplausos que se han extendido en el tiempo mientras que él los recibía complacido y orgulloso.