El novio de Miley Cyrus, Patrick Schwarzenegger, se considera "el hombre más afortunado"

miley Cyrus  y patrick

Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

¿No es bonito el amor? Los pájaros cantan, uno está de mejor humor, se tienen unas ganas irrefrenables de abrir la ventana y confesar a grito pelado la suerte que se tiene tras haber encontrado a su media mitad... o de confesarlo en las redes sociales. Esas ventanas del mundo 2.0. Patrick Schwarzenegger ha cantado a los cuatro vientos lo feliz que es teniendo a su lado a Miley Cyrus, la alegría de sus días desde que comenzaran a salir el pasado noviembre.

 

San Valentín ha dejado muy sensibles a nuestros famosos, que han llenado la red con románticas dedicatorias, sus celebraciones del día de los enamorados y de muestras de cariño. Habrá a quien estas declaraciones públicas le resulten la mar de estomagantes, pero a nosotros, que debemos de tener alma cursilona, nos encantan. Schwazenegger, como si de Romeo se tratara, puesto que sus padres no parecían terminar de aceptar a Miley, le ha declarado el amor este fin de semana diciendo que con ella se siente “el hombre más afortunado del mundo”. Venga, todos a la vez: “ohhhh”.

 

Pero él no fue el único de la pareja que usó Instagram para decirle lo mucho que quiere al otro. Cyrus subió a la red social todos los globos que le había regalado su chico y que tan feliz la habían puesto. La cantante confesaba que se había despertado con un gran ramo de flores rojas y con un montón de globos de colores que, prácticamente, llenaban por completo su cama.

 

Este fin de semana no ha sido sólo cariñitos con su chico, Miley también tenía que trabajar. La joven fue una de las participantes del especial 40 aniversario de ‘Saturday Night Live’ y tuvo que estar en Nueva York para la emisión en directo del programa. Patrick no se separó de ella, estuvo a su lado mientras le tocaba actuar y después lo celebraron con un buen pedazo de pizza, uno de los platos preferidos de Miley (recordad que la tarta de su último cumpleaños fue una con forma de pizza gigante). Un fin de semana de San Valentín muy a su manera, pero, también, la mar de tierno.

 

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