Su nombre es Stephen Ira, pero hasta los 14 años todos lo llamaban Kathlyn, como sus padres, Anette Bening y Warren Beatty, le pusieron cuando nació, porque Stephen llegó al mundo teniendo cuerpo femenino.
Siempre estuvo seguro de que su anatomía no se correspondía con la manera en la que de verdad se sentía. Sabía que era un chico, por eso su cambio de identidad se produjo cuando sólo era un adolescente. Tenía las cosas demasiado claras como para esperar más tiempo. Ahora, a sus 23 años y convertido en un auténtico artista que escribe poesía y realiza ‘performances’, lucha por que los derechos del colectivo LGTB sean respetados y, para ello, utiliza sus redes sociales como púlpito desde donde criticar comportamientos y arrojar algo de igualdad a tantas personas que, como él, han vivido o viven, una situación parecida.
Stephen se declara gay y su Twitter está plagadito de comentarios irónicos y llenos de humor que acercan su realidad a los cientos de jóvenes que lo siguen.