Coronavirus: Belén Esteban, apartada de su madre, habla de su angustia durante la cuarentena

La colaboradora televisiva pertenece a grupo de riesgo frente al virus y se ha desahogado en directo sobre todo lo que le preocupa durante su confinamiento

17 de marzo de 2020, 18:32

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Belén Esteban se ha sumado a la iniciativa de su compañera de plató, Lydia Lozano, y también ha hablado en directo por videollamada para contar cómo está viviendo su confinamiento forzoso. La colaboradora televisiva, como diabética, pertenece a un grupo "de alto riesgo" y, por indicación de sus médicos, permanece encerrada en su casa, a pesar de no tener síntomas de coronavirus. En su caso, es muy importante no exponerse bajo ningún concepto a situaciones que puedan llevarla a contagiarse, por lo que con buena actitud y responsabilidad, asume con resignación la cuarentena.

A pesar de que ha buscado mil y una distracción para pasar estos días de encierro, hay una cuestión que la martillea y se angustia. Y es que Belén se ha visto obligada a pasar el confinamiento lejos de su madre. Mientras la princesa del pueblo se encuentra en su domicilio de Paracuellos de Jarama, Mari Carmen Menéndez está pasando esta dura situación en Benidorm con el resto de su familia. "Estoy más preocupada por mi madre, porque está en Benidorm", confesaba la tertuliana, en un tono serio. Y es que ahora mismo la idea de no tener a su madre a su lado es la idea que más le duele.

A pesar de todo, y de lo mucho que echa de menos ir a trabajar, "es la primera vez que he llorado por no poder estar allí", declaraba con emoción, ha reconocido estar "bien", aunque "inquieta", por el cuidado que debe poner para no exponerse al COVID-19. "Al ser diabética, tengo que tener mucho cuidado. Mi endocrino ha sido muy insistente: no tengo que salir para nada, para nada, para nada", subrayaba.

La inquietud de Belén no es infundada, pues como también ha apuntado, vive con una persona que trabaja en el sector sanitario, el más expuesto a situaciones de riesgo, su marido, Miguel Marcos. "Mi marido trabaja en el sector sanitario y es peligroso, pero les han dado el equipo necesario y están muy concienciados", por lo que "no hemos tomado ninguna medida en casa", ha aclarado.

Si bien Lydia era más derrotista en los primeros días de confinamiento, Belén lo lleva mucho mejor. No se aburre e intenta mantener unas rutinas. "Ahora me levanto por la mañana, desayuno, me tomo la medicación, he colocado todos los armarios, estoy leyendo mucho...", enumeraba a Jorge Javier Vázquez, que no podía evitar hacer broma de la cuestión de los armarios. También ha querido matizar que "no estoy en el día 14, que ya veríamos entonces", pero ha admitido que las rutinas y el ejercicio físico la están salvando de no agobiarse más de la cuenta. "Yo tengo una cinta de caminar en casa y me pongo, porque necesito hacer ejercicio por mi enfermedad. Y también es muy importante beber agua, estar hidratado", recomendaba, antes de despedirse.

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