A veces nos preocupamos tanto por las personas a las que queremos que terminamos haciéndoles daño de la manera más tonta. Los sobreprotegemos y creemos que todo es poco para ellos. Que nada ni, sobre todo, nadie estarán jamás a su nivel. Le ocurre, sin ir más lejos a Mila Ximénez con María Teresa Campos.
Estas diferencias que a veces presentan las dos rubias mechadas les han llevado a discutir airosamente. Las dos son mujeres de fuerte temperamento y de decir aquello que se les cruza por la cabeza. Quieren con fuerza y lo demuestran de manera vehemente, bien defendiendo a capa y espada, bien atacando si contemplaciones.
Ximénez de Cisneros quiere lo mejor para su amiga, y le duele pensar que no esté haciendo lo correcto, por ejemplo, en el terreno amoroso. Pero María Teresa ya es mayorcita para saber qué tiene que hacer con su vida y así se lo dijo en la tarde del 9 en ‘Sálvame’. “Como en el fondo se que te preocupas por mí porque me quieres, quiero decirte dos cosas: que soy muy feliz, y nunca me he sentido más acompañada, más querida, con una persona que se preocupe más por mis cosas”. Para todo aquel que no entienda de qué habla ‘la Campos’ porque ha estado de viaje espacial o escondido en una cueva sin acceso a la televisión o a internet, sabed que se refiere a Edmundo Arrocet, el humorista que la mantiene ilusionada desde hace casi dos años.
Esta relación a veces se ha topado con la desconfianza de amigos y de familiares que quieren a Teresa, pero que, poco a poco, acaban rendidos ante la evidencia: si a la presentadora le hace feliz, no hay más que hablar. Y ella lo confirma.
Las dos amigas acabaron fundidas en un abrazo mientras Mila le decía que ante los argumentos que le estaba brindando la comunicadora “no hay más que decir”.
Con estas ‘paces’ besadas, María Teresa abandonaba ‘Sálvame’ y confirmaba que Edmundo la había recogido y que tras el programa se dirigirían “a casita”, pero que antes pararía para comprar “esas cositas que me gustan a mí, esas cositas dulces”. ¿Podría la malagueña vivir un momento más ‘delicioso’ que el que vive?