Cindy Crawford y su hija Kaia, cada día más parecidas

cindy crawford y su hija

Kaia Gerber no puede negar de quién es hija. Esos ojos oscuros, los labios carnosos y la melena leonina la delatan. Su madre fue una de las tops de los 90 y ahora, con una vida mucho más tranquila y asentada, mantiene contratos y sesiones de fotos sólo con las marcas que le interesan. La madurez de Crawford, conseguida a base de taconazo sobre la pasarela, contrasta con la inexperiencia de Kaia, pero entre madre e hija cada día se acortan más las distancias, tanto en el físico como en lo profesional, pues Kaia, a sus 13 años, ya ha comenzado a firmar sus primeros contratos como modelo.

Cindy, mamá orgullosa donde las haya, presume de retoños a la mínima oportunidad. Se deshace en halagos con Kaia y con Presley, su hijo mayor, quien prefiere hacer fotografías que salir en ellas. Lo contrario le pasa a su hermana. Kaia conoce sus puntos fuertes y los explota delante del objetivo, por eso, y a una edad tan temprana, ya ha sido modelo para la revista Teen Vogue, siempre contando con la aprobación de mamá, aunque esta entrara en el circuito de la moda a una edad mayor. Los tiempos han cambiado, y las niñas parecen tener claro su futuro mucho antes, y más cuando han visto en casa lo que les gusta. Con Kaia sólo era cuestión de tiempo que una agencia se fijara en ella y la acogiera bajo su ala.

En las sesiones de fotos es donde más parecido se advierte entre madre e hija, pero conforme la adolescente va cumpliendo años, más similitudes le vemos con la que un día fuera una de las reinas de la pasarela.

Kaia, de momento, se toma más su faceta de modelo como un juego que como una forma de ganarse la vida. Aún es pequeña y tiene que terminar sus estudios, pero si su 'juego' no interviene en las notas de clase, por sus padres todo está correcto. No serán ellos los que no le permitan hacer lo que realmente le hace feliz. 

 

Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

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