Una experta en protocolo, sobre los royals 'segundones' y el riesgo de acabar como el príncipe Harry: "Ignorar su deseo de identidad solo alimenta el descontento”

María José Gómez Verdú, experta en protocolo y etiqueta, ha advertido del caso Harry y ha dado los tips para que los hermanos de reyes o de herederos no terminen protagonizando episodios tan polémicos como los de él, su tío Andrés de York o Joaquín de Dinamarca

Helena Arriaza
Helena Arriaza

Redactora digital de Lecturas

Infanta Sofía
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Si ostentar el título de heredero en una familia real no es tarea fácil, llevar el título de ‘segundón’ tampoco lo es. Pese a no tener esa responsabilidad de cumplir con ciertas obligaciones con las que solo debe cumplir la persona que vaya a reinar, ser príncipe o princesa y acompañar al soberano o soberana es una tarea complicada porque puede repercutir para mal incluso en el ego de los ‘hermanos de’.

Ejemplos claros de cómo puede volverse en contra eso de ser el que está a la sombra del mandatario, son los del príncipe Harry o el príncipe Andrés de York. Ninguno de los dos ha asumido bien el hecho de que sean sus hermanos el príncipe Guillermo y el rey Carlos los que tengan ese papel protagonista en lo que se refiere a la Corona. Sus actos de rebeldía e incluso la marcha de Harry de la familia real británica, son clara muestra de ello. Ejemplos que pueden poner en alerta a las diferentes casas reales sobre cómo comportarse en cuanto a los ‘segundones’ se refiere.

príncipe Harry
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Los tips de protocolo sobre los 'segundones'

Para entender un poco más sobre esa función que tienen, desde la sombra pero no por ello poco importante, hemos hablado con María José Gómez Verdú, experta en protocolo y etiqueta. Lo primero que nos ha contado sobre ellos, ha sido que “en la arquitectura invisible de las casas reales, el protocolo no solo ordena la precedencia: construye identidades. Y en ese plano delicado, el rol del 'segundón', el hermano o hermana del heredero, es, por definición, el más frágil”. Sobre esa dificultad a la que se enfrentan, ha profundizado al decir que “no heredan la Corona, pero tampoco son ciudadanos corrientes. Viven bajo el foco, pero sin una función clara. Y ahí nace el riesgo”.

Infanta Sofía
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Entonces, ha pasado a hacer alusión a tres nombres que son sinónimo de peligro en cuanto a cómo se pueden ir por el mal camino y, lejos de convertirse en un apoyo del heredero o del monarca, ser una preocupación y un problema.

La autora del libro ‘Protocolo POP’ ha destacado que “las figuras del príncipe Harry, el duque de York o el príncipe Joaquín de Dinamarca ilustran el peligro de lo que ocurre cuando el sistema institucional no consigue integrar con equilibrio y propósito a los 'no herederos'”. Según la experta, “no basta con darles un título o una agenda ocasional: el protocolo, como herramienta de pedagogía pública, debe dejar claro su rol dentro del engranaje dinástico”.

Andrés de York

María José Gómez Verdú ha hecho hincapié en cómo es importante que esto quede claro desde que los ‘segundones’ son niños. “La distinción entre el heredero y su hermano se marca desde la infancia”, ha asegurado. Como ejemplos, ha comentado que "en actos públicos, desde el lugar que ocupan en una tribuna hasta la frecuencia de sus apariciones, el protocolo establece de forma sutil, pero constante, quién será la figura central del futuro y quién, el acompañante”. Algo que se trabaja desde la infancia y que “no es castigo ni desdén: es claridad. Y esa claridad es clave para evitar frustraciones futuras”.

Después, la experta en protocolo ha dado dos nombres que hoy en día están de actualidad por ese rol de ‘hermanas de’ que ocupan. Se trata de la infanta Sofía y de la princesa Isabella de Dinamarca. De ellas ha dicho que “por ejemplo, la infanta Sofía en España, o la princesa Isabella en Dinamarca, ya han experimentado ese segundo plano institucional. Se las ve en actos puntuales, suelen estar presentes en eventos familiares o escolares, pero rara vez protagonizan un acto oficial solas”. Sobre la hija de los reyes Felipe y Letizia y la hija de los reyes Federico y Mary de Dinamarca, ha asegurado que “el protocolo las posiciona como parte del respaldo institucional, no del núcleo de decisión”.

Isabella de Dinamarca
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El aprendizaje sobre el 'caso Harry'

Inevitablemente, Gómez Verdú ha hecho referencia en este análisis al príncipe Harry. Siendo él el máximo exponente de lo polémico que puede resultar no asumir bien ese papel de escudero del heredero o del Rey, ha comentado que “una de las lecciones que las casas reales deben haber aprendido del caso Harry es que ignorar el deseo de identidad y función de los 'segundos' solo alimenta el descontento”.

Harry, Guillermo y Eugenia de York
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Desde su punto de vista de experta, piensa que la solución sobre ellos está en que “el protocolo debe evolucionar no para igualarlos al heredero, sino para darles un papel estructurado: embajadores de causas, delegados culturales, representantes juveniles. Funciones reales con impacto, pero sin colisión”.

Los hermanos de herederos que sí han encontrado su rol

Como ejemplo de un ‘segundón’ que sí ha asumido bien su rol, ha puesto a Carlos Felipe de Suecia. Sobre le hermano de la heredera Victoria de Suecia ha comentado que “ha alcanzado una visibilidad poderosa en la actualidad. El príncipe Carlos Felipe de Suecia, sin ser heredero, ha construido una figura sólida al frente de causas sociales y deportivas, generando una conexión emocional muy fuerte con el pueblo sueco”. 

Carlos Felipe de Suecia
Kungahuset

Sobre alguien que ha logrado marcar la diferencia en este sentido, Gómez Verdú ha resaltado que “en Mónaco, la princesa Estefanía, hermana del príncipe Alberto, ha representado, durante años, un perfil de cercanía que en algunos momentos fue incluso más mediático y carismático que el del jefe de Estado”.

Estefanía de Mónaco
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Y no ha querido dejar pasar la ocasión de hacer alusión a Sverre Magnus de Noruega. Sobre el hijo pequeño de Haakon y Mette-Marit de Noruega, la experta en protocolo y etiqueta ha afirmado que "es ejemplar por otra razón: pese a no tener título de Alteza Real ni estar llamado a un papel protagonista en la Corona, ha sabido convertirse en un símbolo de naturalidad, cercanía y modernidad para su país”.

Sverre Magnus
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Según Gómez Verdú, ha logrado esto porque “su espontaneidad en actos públicos ha calado entre los jóvenes noruegos, proyectando una imagen de normalidad que resulta estratégica para una monarquía escandinava que apuesta por la horizontalidad sin renunciar a la tradición”.

Como conclusión, María José Gómez Verdú ha añadido que “uno de los mayores errores que pueden cometer los monarcas contemporáneos es caer en la ambigüedad. La nueva generación, de los Louis, Charlotte, Vincent, Gabriella, no necesita títulos grandilocuentes, sino un relato coherente que dé sentido a su posición”.