La estancia de cuatro días del rey Juan Carlos en nuestro país ha sido televisada. Jornadas de vela en alta mar, barbacoas con amigos, reencuentros familiares inesperados... ¡No ha faltado de nada! El padre de Felipe VI ha hecho en todo momento lo que le ha apetecido como el pasado sábado que en vista de que la jornada en alta mar se cancelaba por la falta de viento, decidía en ese mismo momento trasladarse hasta Pontevedra para ver a su nieto, Pablo Urdangarin, sin dar aviso a nadie.

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Fue en ese momento cuando tal y como ha contado Pilar Eyre en su blog de Lecturas"en Zarzuela se echaron las manos a la cabeza" por la posibilidad real que existía de que Iñaki Urdangarin también se hubiera trasladado hasta la ciudad gallega para disfrutar del partido de su hijo. Cabe destacar que el ya exmarido de la infanta Cristina suele asistir a todos los partidos que el equipo de balonmano donde milita Pablo juega en el norte de nuestro país por lo que no era nada descabellado pensar que el encuentro con el rey Juan Carlos podía darse y los nervios en Zarzuela empezaron a aflorar.

Eyre explica que desde la Casa Real realizaron las gestiones oportunas por evitar ese encuentro "porque el emérito está en un plan que capaz sería de soltarle cuatro frescas", cuenta. Lo demás es voz populi, don Juan Carlos llegó con el partido empezado acompañado de Pedro Campos y Pedro de Borbón-Dos Sicilias y tras el pitido final, abuelo y nieto compartieron una breve charla y se fundieron en un cariñoso abrazo, prueba de la buena relación que existe entre ellos. Lo que es una realidad es que esta primera visita tras dos años instalado en Abu Dabi no ha estado exenta de polémica...