Miguel Urdangarin, el nieto más discreto de los reyes Juan Carlos y Sofía ya es biólogo marino

A los cuatro años, Miguel era un niño vivaracho y feliz que seguía la estela de sus dos hermanos mayores, Juan y Pablo, con los que apenas se lleva tres y dos años respectivamente. Con su nacimiento, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se convirtieron en familia numerosa. Como sus hermanos, Miguel es rubio y con ojos azules, y junto a su hermano Pablo Urdangarin, Miguel rompe corazones con su atractivo y con su carisma. A Pablo ya le hemos conocido su primera novia, no así a Miguel, que es muy discreto en su vida privada.

Todos los años, la reina Sofía les pagaba a todos sus nietos un curso de vela en Calanova, en Mallorca. En la imagen vemos a Miguel en 2016, con 14 años, preparando el barco para salir a navegar. Miguel, al igual que sus hermanos, es un gran deportista, cualidad que ha heredado de sus padres. Además de vela, monta en bicicleta, practica surf, esquí alpino, esquí acuático y es un gran aficionado al fútbol. Dicen de él que, pese a que siempre lo veamos con un semblante serio, es divertido y bromista y que su carácter se parece bastante al de su prima, la infanta Sofía. De sus veranos mallorquines, sin duda, le ha quedado su pasión por el mar, por lo que decidió estudiar Ciencias del Mar. Ahora, por fin, es biólogo.

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En agosto de 2019, Miguel se unió a su madre y a sus hermanos para visitar a su abuelo, el rey Juan Carlos, en el hospital Quirón de Madrid, donde el emérito había sido intervenido del corazón. Para Miguel Urdangarin, como para su madre y sus hermanos, fueron años duros ya que, a raíz del caso Nóos, fueron apartados de Zarzuela por el rey Felipe y la reina Letizia. La infanta Cristina ha conseguido que sus cuatro hijos, pese a vivir todos en distintas ciudades, se muestren siempre como una familia muy unida. Juan vive en Madrid, Pablo en Barcelona, Miguel en Londres, e Irene, en Ginebra con su madre.

Todavía no había explotado el noviazgo de Iñaki Urdangarin con Ainhoa Armentia, publicado en exclusiva por la revista Lecturas, cuando la infanta Cristina, el ex duque de Palma y sus cuatro hijos pasaban las Navidades en Vitoria. Allí la familia al completo se dejaba ver paseando tranquilamente por la ciudad. Corría el año 2019 y eran años difíciles para la familia. Urdangarin cumplía condena por el caso Nóos, primero en la prisión de Brieva y, posteriormente, en Vitoria, ya en régimen abierto. Miguel Urdangarin tenía entonces 17 años, pero ya se mostraba como un joven discreto y responsable, escuchando atentamente las palabras de su padre. El joven aún no había empezado a estudiar la carrera universitaria, Ciencias del Mar, que cursa en Londres. y esas navidades de 2019 se reunió con su familia para estar juntos en uno de los permisos penitenciarios de los que Iñaki disfrutó.