Letizia y Máxima de Holanda: la terrible tragedia que les unió y que todavía no han logrado superar

La salud mental es un problema general que afecta a todos. La última en confirmar un bache anímico ha sido Mary de Dinamarca (51 años). En medio de la tormenta mediática por las imágenes del príncipe Federico y Genoveva Casanova disfrutando de una velada por Madrid, la australiana ha reaparecido en televisión hablando de cómo ella logró "combatir la depresión" gracias, en parte, al poder de la naturaleza. 

Este paso al frente de Mary Donaldson en un momento en el que se encuentra en el punto de mira nos ha llevado a recordar la forma en la que la reina Letizia (51 años) también sufrió las consecuencias de esta terrible enfermedad. Aunque no hay constancia de que la mujer de Felipe VI haya sufrido depresión, si que tuvo que hacer frente a la muerte de su hermana pequeña por estas circunstancias. 

Embarazada de la infanta Sofía, un lluvioso 7 de febrero de 2007, la entonces princesa de Asturias recibió la peor de las llamadas. El cuerpo sin vida de su hermana Erika había sido hallado en su casa de Madrid. Pérdida que la sumió en una profunda tristeza a punto de dar a luz a su segunda hija. Es imposible olvidar las imágenes de doña Letizia desolada, abrazada a su marido, a la infanta Cristina y haciendo una reverencia al rey Juan Carlos. Después trascendió que Erika, que por ese entonces tenía 31 años, arrastraba un historial de problemas de ansiedad y depresión. 

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El doloroso motivo de la muerte de Erika Ortiz siempre ha sido un tema tabú para la reina Letizia. Desde entonces Casa Real guardó silencio al respecto y la Reina jamás se ha manifestado. Eso sí, ha utilizado su posición para dar visibilidad a los problemas de salud mental, la última vez llegando incluso a rapear en medio de su discurso. 

Máxima de Holanda también sufrió la pérdida de una hermana por suicidio

La reina Letizia no ha sido la única que ha tenido que hacer frente a la pérdida de un hermano en estas dolorosas circunstancias. Máxima de Holanda (51 años) tenía en su hermana Inés a su mejor amiga y confidente. De hecho fue ella el único miembro de su familia que la acompañó en su boda con Guillermo en 2022. 

Sin embargo, todos sus esfuerzos por proteger a su hermana pequeña fueron en vano cuando en 2018 recibió la noticia de su muerte a los 33 años. Tal y como publicó la prensa holandesa, Inés no consiguió superar la depresión que arrastraba desde hacía años, una falta de autoestima que también le llevó a sufrir anorexia. 

A diferencia de Letizia, Máxima si ha hablado de la dolorosa pérdida de su hermana. Aunque necesitó años para verse con fuerzas para hacerlo. "Sabíamos que no estaba bien durante los últimos ocho o nueve años antes de su muerte y, sin embargo, había un poco de tabú al respecto. No sabíamos exactamente cuál era el diagnóstico y cómo podríamos ayudarla a estar mejor", recordaba con pesar. Ahora, se ha volcado por completo en todo lo que sea dar visibilidad a las enfermedades mentales tan difíciles de diagnosticar. 

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Además de Letizia y Máxima, la casa real noruega también afrontó con sumo pesar la muerte del escritor Ari Behn, exmarido de la princesa Marta Luisa, en la Navidad de 2019. Esta situación le hizo revivir a la reina Sonia el suicidio de su hermana Gry Haraldsen, una pérdida de la que nunca ha conseguido reponerse. La mujer del rey Harald estaba embarazada cuando fue sorprendida con la trágica noticia, pocas semanas después perdió el bebé que esperaba. "Como todos, me preguntaba si podría hacer más por Gry. Y la respuesta siempre era la misma: sí, pude haber hecho más", declaró la soberana con profundo dolor.