Kate Middleton y el príncipe Guillermo hacen frente a su ‘vuelta al cole’ más determinante. Aunque por el momento se encuentran disfrutando de unos días de vacaciones en el castillo de Balmoral junto a la reina Isabel II, los duques de Cambridge van a vivir un septiembre lleno de cambios y que estará marcado por su mudanza, pero también por la vuelta a Reino Unido del príncipe Harry y por una agenda repleta de actos.

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Kate Middleton

Tras unos meses de descanso, septiembre va a ser muy especial para Kate y Guillermo, ya que van a comenzar a vivir en Adelaide Cottage, una vivienda ubicada a apenas 10 minutos de los apartamentos privados de la reina Isabel II en el castillo de Windsor. La pareja dejará así el palacio de Kensington para estar más cerca de la monarca y que sus hijos, los príncipes George, Charlotte y Louis, puedan pasar más tiempo en la naturaleza.

Guillermo y Kate
Gtres

Los pequeños, además, también van a tener que hacer frente a otro gran cambio, ya que comenzarán a estudiar el próximo curso en Lambrook School, un carísimo centro al alcance de muy pocos bolsillos en el que los Cambridge pagarán casi 25.000 euros al año por la educación de sus hijos.

La vuelta al trabajo va a traer para Kate Middleton y el príncipe Guillermo un nuevo quebradero de cabeza, ya que el próximo 5 de septiembre el príncipe Harry y Meghan Markle visitarán Reino Unido. Un viaje en el que previsiblemente las parejas no coincidirán, pero que seguro que marca la agenda mediática de esos días. Es más, los Sussex y los Cambridge residirán a apenas 800 metros de distancia, aunque tendrá lugar en una semana muy ajetreada y con mucha movilidad para los segundos, según confirmó una fuente cercana al palacio de Buckingham al diario ‘The Daily Telegraph’.

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Y es que la agenda también va a ser determinante para Kate y Guillermo este septiembre. Desde que comenzaran los problemas de salud de Isabel II, los duques se han visto obligados a dar un paso al frente que mantendrán durante este inicio de curso, en donde también protagonizarán viajes al extranjero, como el del nieto de la soberana a Estados Unidos este próximo mes. Todo para configurar una vuelta al trabajo que, sin dudas, va a ser muy diferente a la de años anteriores.