El ascenso al trono de Carlos III (74 años) ha supuesto numerosos cambios en la monarquía británica desde que fue proclamado rey en septiembre de 2022. Su última, y drástica, decisión ha sido desalojar al príncipe Harry ( 38 años) y a Meghan Markle (41 años) de su residencia oficial en Reino Unido, Frogmore Cottage.

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El príncipe Harry y Meghan Markle son desterrados de Frogmore Cottage por orden de Carlos III

Harry y Meghan

Esta casa era la única base que tenían los duques de Sussex en el país natal del príncipe Harry, pero eso se ha acabado, y tendrán que dejar vacía la casa antes de verano. Las negociaciones sobre su posible salida de Frogmore Cottage habrían empezado en el mes de enero y finalmente, Harry y Meghan se han quedado sin opciones frente la posibilidad de tener una casa que pertenezca a la realeza en Inglaterra. Aquí los duques de Sussex anunciaron su compromiso y celebraron la recepción de su boda.

Harry y Meghan
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El destierro de los royals exiliados solo facilita que haya un nuevo inquilino en el que era su hogar, el príncipe Andrés. Este miembro de la realeza también está apartado de la vida pública y su hermano Carlos tiene planes más modestos para el estilo de vida de Andrés. Pretende reducir la asignación que percibe anualmente y por ello, ha hecho una jugada maestra que le permite trasladar a su hermano de Royal Lodge a Frogmore Cottage.

La enorme mansión que el príncipe Andrés comparte con su ex mujer, Sarah Ferguson, también está en Windsor, pero es más grande y más cara de mantener, algo que sin duda, quiere modificar el monarca británico. Un gesto que no ha percibido con agrado el royal ya que piensa que trasladar su residencia a la casa de su sobrino supone una degradación para él.

Carlos III quiere seguir el modelo de otras Casas Reales europeas y reducir la monarquía poco a poco y para ello tiene que ir reduciendo el número de personas que forman parte de la Familia Real que están en activo y rebajar el presupuesto de las asignaciones a los diferentes miembros que son parte de la institución, para que ésta se mucho más modesta y austera.

Este tipo de estrategia son valoradas muy positivamente por la población pero los miembros reales afectados no suelen encajar deportivamente la decisión, como sucede en el caso del príncipe Andrés o con los hijos de Joaquín de Dinamarca.

Frogmore Cottage

Imagen de Frogmore Cottage

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¿Qué supone para Harry y Meghan abandonar Frogmore Cottage?

Los duques de Sussex recibieron esta casa como regalo de bodas por parte de la difunta reina Isabel II y lo convirtieron en la casa de sus sueños después de una renovación de dos millones de libras. Consideraban que Frogmore Cottage era su lugar seguro y pensaban que su futuro estaba allí, que sería el lugar perfecto para criar a sus hijos. Pero el ataque constantes de los medios y la desatención de sus necesidades por parte de la institución hizo que Harry y Meghan partieran a Estados Unidos para mejorar su vida.

Por el momento, los afectados no se han pronunciado al respecto pero un periodista cercano a la pareja, Omid Scobie, ha asegurado que es una "crueldad" dejarles sin "su lugar seguro" en Reino Unido. Una de las peticiones que hizo el príncipe Harry a su padre fue que se reestableciese el nivel de seguridad que tienen los miembros de la realeza en el país porque le preocupa la protección de su familia, cuando están de visita en Inglaterra.

Jardines de Frogmore Cottage

Jardines de Frogmore Cottage 

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Por este motivo, el príncipe Harry comenzó una batalla legal contra el Ministerio de Interior británico, el proceso judicial sigue su curso, pero perder su residencia supone un duro golpe para la pareja porque condiciona su asistencia a la coronación de Carlos III, aunque podrían utilizar la casa hasta principios de verano.

Una de las consecuencias inmediatas sobre su desalojo de Frogmore Cottage es que el príncipe Harry no podrá ser elegido consejero de Estado del Rey, para poder optar a ese puesto la persona designada tiene que tener residencia en Reino Unido. En diciembre y tras la marcha de los duques de Sussex a Estados Unidos, Carlos III nombró consejeros de Estado al príncipe Eduardo y a la princesa Ana. El príncipe Andrés también podría optar al puesto porque residen en el país, pero su retirada de la vida pública le impide ejercer este tipo de funciones reales.