Parece que la agenda de Mette-Marit ha vuelto a tener algo más de vida, y tanto es así que hemos podido ver a la princesa en varias ocasiones las últimas semanas, incluyendo las disculpas públicas que realizó con motivo de su relación con el caso Epstein.

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Con el objetivo de normalizar sus apariciones y de olvidar uno de los episodios más negativos de su agenda, la mujer de Haakon de Noruega no ha dudado en continuar con sus quehaceres oficiales y, de paso, asistir a un evento más cotidiano como ha sido la final de la Football Cup en el estadio Ullevaal de Oslo. A su lado, uno de sus grandes compañeros de su programa de actividades: su suegro, el rey Harald.

Harald y Mette-Marit de Noruega
Gtres

No es raro ver al monarca y a su nuera juntos en diferentes actos institucionales, pero el pasado domingo protagonizaron algunas instantáneas en las que, con motivo del evento en cuestión, se les veía más relajados y distendidos. Durante el partido se les vio cómplices en la emoción, la diversión y también los pequeños sufrimientos consecuencia de las jugadas de los futbolistas en el campo. Aplausos, confidencias, risas y otros gestos demostraron una vez más que la relación entre ellos es más que excelente.

Muy abrigados, los dos royals entregaron la copa al equipo ganador de la final de la Football Cup en el estadio Ullevaal de Oslo, el Viking FK. Tras el encuentro, los dos miembros de la realeza noruega saludaron a cada uno de los participantes. Mette-Marit, de 46 años, se protegía del frío con un gorro de lana blanco y guantes del mismo color, aunque no dudó en quitárselos en cuanto llegó a la grada para poder aplaudir las jugadas de los deportistas. Por su parte, el rey Harald se cubría la cabeza con una visera negra y guantes de piel también de color negro, prendas que también se quitó para animar a su equipo.

Harald y Mette-Marit de Noruega
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Fue hace poco más de un año cuando la Casa Real de Noruega anunciaba la enfermedad que Mette-Marit padece desde hace tiempo, una fibrosis pulmonar por la que, según explicaba su doctor Kristian Bjøro, "la princesa heredera tendrá que someterse a más exámenes y tratamientos en el futuro". A consecuencia de esta dolencia, la agenda oficial de la royal se ha visto reducida al máximo, pero parece que en las últimas semanas la esposa del heredero noruego está más animada, una pista que podría suponer una pequeña mejoría en su estado de salud.