El cariñoso y espontáneo fin de fiesta de la gran boda de Raúl Prieto y Joaquín Torres

Belén Esteban, Carlota Corredera o Rocío Carrasco se despedían a las puertas de su hotel de Sevilla después de disfrutar de dos días inolvidables

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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

22 de mayo de 2023, 11:49

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Todavía con la resaca de la que ha sido la primera gran boda del año, Raúl Prieto (47 años) y Joaquín Torres (52 años) se despedían de sus cientos de invitados muy agradecidos por acompañarles en uno de los días más importantes de su vida. "La noche de mi vida. Inolvidable. Gracias a todos por hacerlo todo tan especial. Gracias a mi amor, al amor de mi vida", escribía el director de televisión. 

Hasta Sevilla se trasladaban los familiares y amigos íntimos de los novios, una larga lista de caras conocidas que no dudaron en ampliar su estancia en la capital andaluza unos días más. Pero como dicen... todo lo bueno llega a su fin y este domingo, los invitados ponían rumbo a casa. Momentos de despedida que eran captados por las cámaras a las puertas del hotel en el que se han hospedado Belén Esteban, Carlota Corredera, David Valldeperas o Rocío Carrasco, entre otros. 

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Aunque visiblemente cansados, en las imágenes queda patente el buen rollo que existe entre todos ellos y que se ha acentuado tras estos días de celebración. Los protagonistas se mostraban muy alegres y sonrientes, quizás recordando algunos de los mejores momentos de la boda. Una vez más, Belén Esteban (49 años) se ha coronado como la reina de la fiesta y los novios no podían estar más encantados. "Una boda llena de amor", fue el titular que le puso la de Paracuellos. 

Rocío Carrasco y Fidel Albiac también se lo pasaron en grande, y muy cariñosos se despedían de sus amigos antes de poner rumbo a Madrid para recuperar la rutina pero con una larga lista de recuerdos inolvidables.

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Dos días de celebración: la boda de ensueño de Joaquín Torres y Raúl Prieto en Sevilla

Joaquín Torres se ha encargado personalmente de organizar su boda con Raúl Prieto, un grito al amor y la libertad que el arquitecto ha celebrado arropado por las personas más importantes de su vida. Los festejos comenzaban el pasado jueves con una fiesta de temática disco sobre el río Guadalquivir a la que no faltaron Terelu Campos, Rocío Carrasco y Belén Esteban cargadas de plumas y lentejuelas. Esta original reunión no pudo extenderse hasta altas horas de la madrugada ya que solo unas después, todos se reunirían en la icónica Casa Pilatos de Sevilla para ser testigos del 'sí, quiero' entre el arquitecto y el director de televisión después de más de seis años de romance. 

Todo salió mejor de lo esperado o, al menos, es la sensación que se le quedó a los protagonistas. "La noche de ayer fue un sueño hecho realidad. Vi disfrutar a Raúl de su gente, de la mía, de la nuestra. Vi cómo mi pequeño universo era pura armonía, todo encajaba. Mi familia, la suya, sus amigos, los míos… No había diferencias, todos disfrutaban al unísono. Todos eran uno", escribía Torres en una emotiva carta en la que hizo balance de uno de los días más importantes de su vida y es que para él era mucho más que una boda, era la oportunidad de gritar al mundo sus sentimientos al hombre de su vida. 

En su carta, Joaquín no quiso dejar pasar la oportunidad de agradecer el amor incondicional que sus dos hijos le demostraron, una tolerancia, respeto y cariño en la que tiene mucho que ver Mercedes, su exmujer: "Jamás tendré hacia ella gratitud suficiente para darle por su gran labor como madre". 

La luna de miel de Raúl Prieto y Joaquín Torres

Aunque por tradición es habitual que los recién casados inicien la luna de miel inmediatamente después de la celebración de la boda, no será así en el caso de Raúl y Joaquín. Las circunstancias personales del arquitecto a consecuencia del delicado estado de salud de su madre podrían retrasar este viaje tan especial cuyo destino está muy claro. 

Tal y como confirmaban desde 'Sálvame', la pareja pondrá rumbo a Japón tan pronto como sea posible. Un destino muy exótico donde tendrán la oportunidad de conocer de cerca la cultura nipona, así como la gastronomía y los lugares más emblemáticos del país. Pero no será su única parada... El deseo de Raúl y Joaquín es pasar antes por la Provenza francesa, un destino de puro lujo en el que el matrimonio tendrá la oportunidad de alejarse del ruido de la ciudad y disfrutar de esos primeros días como recién casados en un enclave impresionante.

 

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