Es coqueta y presumida, pero eso no quita que tenga una vista de lince para llevar su carrera profesional. Blanca Suárez es una de las caras más frescas del cine español, quizá por eso la firma GHD la ha escogido como imagen de su campaña navideña. En su look nada es al azar, ni la ropa ni, por supuesto, el maquillaje. Y quiere que lo sepamos y nos demos cuenta: en la presentación su maquillaje va a juego con sus sandalias, pero es casi imposible apartar la mirada del espectular vestido amarillo que ha escogido para la ocasion.

Las redes sociales adoran su séptum, el pendiente para la nariz con el que se la fotografía a menudo y que lleva desde los 18 años.  Eso sí, cuando se levanta no tiene "tan buena cara en el cuarto de baño" como en el anuncio y reconoce que no se considera "sensual especialmente": "Una cuenta con ventajas- dice - o más bien con desventajas, que vosotros no conocéis, y es que yo me he visto en el espejo desde hace 27 años y sé las cosas buenas y las malas y a veces todos pecamos de fijarnos demasiado en las malas... Y muchas no se ven, pero yo las sé".

Blanca tiene los pies perfectamente apoyados en el suelo (con sus sandalias a conjunto con el maquillaje) y es la primera crítica de sí misma: "intento ser crítica para bien y para mal. Hay que decirse las cosas cuando las haces bien pero también cuando las haces mal. Es importante verte y ver qué puedes aprender de ese trabajo".

Lo que tampoco deja al azar Blanca son sus declaraciones sobre su reciente noviazgo con Joel Bosqued o sus apariciones en la prensa: "No estoy de acuerdo con los titulares que se dan porque los da gente que no me conoce ni sabe qué pasa en mi vida y qué no pasa. Firman muchas cosas que no sé si son ciertas o no, ahí no entro, en todo caso me lo quedo para mi y para la gente que me rodea". Y cuando se le pregunta directamente sobre su última pareja es tajante pero críptica: "No confirmo ni desmiento jamás nada" y sobre si está o no enamorada, simplemente dice que de su boca no ha salido.

Sobre su trabajo sí habla: su aparición en la última película de Álex de la Iglesia, 'Mi gran noche', que salió bastante triunfante del Festival de cine de San Sebastián, su papel en la serie 'Carlos, Rey Emperador' y sus próximos proyectos: en noviembre empieza a grabar ‘Lo que escondían sus ojos’, con Rubén Cortada. ¿Y trabajar fuera? Pues tiene un problema, que en realidad no es un problema, y es el volumen de trabajo que tiene en España: "Siempre hay cosas que hacer aquí y cosas que quiero hacer. Quiero estar presente y no me quiero ir a otro lugar y dejar de trabajar aquí".